Lección de Maestros para el Segundo Trimestre del 2015
Para la lección de escuela sabática de adultos, titulada "El Libro de Lucas" que va desde el 4 de Abril hasta el 17 de Junio.
Lección 1:
Texto clave: Lucas 1:37.
Enseña a tu clase a:
Saber que Jesús es real, histórico y universal.
Sentir y aceptar la promesa de que todas las cosas son posibles con Dios.
Hacer: Experimentar la salvación al vivir cerca de Jesús. Bosquejo de la lección:
I. Saber: La realidad de Jesús.
A. ¿Cómo revela el nacimiento virginal de Jesús que la salvación es una actividad de Dios, no de la humanidad?
B. ¿Cómo nos enseñan Lucas 1 y 2 que Jesús es una persona real e histórica, no un mito?
C. ¿Cómo enfatiza Lucas la universalidad de Cristo y de su evangelio?
II. Sentir: Que todas las cosas son posibles con Dios.
A. ¿De qué forma los nacimientos de Juan el Bautista y de Jesús nos proporcionan confianza en que todas las cosas son posibles para Dios?
B. Si eres pobre o indefenso, ¿qué puedes aprender de la seguridad que dio Gabriel: "Porque nada hay imposible para Dios"? (Luc. 1:37).
III. Hacer: Experimentar la promesa de Dios.
A. ¿De qué manera la vida de oración de María, Elisabet y Zacarías pue¬den ayudarte a confiar y experimentar las promesas de Dios?
B. Reflexiona sobre el pesebre, los pañales, y que "no había lugar en el mesón". ¿Por qué no debemos permitir que la pobreza nos impida que Dios nos use en su misión?
Resumen: La promesa "nada hay imposible para Dios" debería permitirnos esperar en Dios, escuchar su Palabra y orar por el cumplimiento de sus propósitos en nuestra vida. -
Texto destacado: Lucas 1:31-35.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Los cristianos con discernimiento a menudo consideran la historia como el relato de las acciones de Dios en ella. El registro bíblico comienza con el poderoso acto de Dios de la Creación, y recorre el trágico fracaso de los seres humanos por causa del pecado. El conflicto entre Cristo y Satanás, entre la justicia y el pecado, marca mucho de la historia. Con el nacimiento de Jesús en Belén, la segunda Persona de la Deidad entró en el espacio y en el tiempo para cumplir la promesa del pacto de Génesis 3:15 y realizar el plan redentor divino (1 Tim. 3:16). Esto aseguró el fin del pecado y de Satanás, y el triunfo final de la justicia y la mise¬ricordia divinas en la gran controversia (Apoc. 20:10).
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: La lección de esta semana inicia el estudio de Lucas, el Evangelio más extenso de los cuatro. Sin ser un testigo ocular de la historia de Jesús, Lucas asumió la tarea de escribir "por orden" lo que Jesús fue y lo que hizo. Médico de profesión (Col. 4:14), compañero de viajes de Pablo (2 Tim. 4:11; File. 24), erudito griego interesado en la investigación histórica (Luc. 1:3; 2:1), Lucas transmite, en su narración, empatia, erudición, investigación y, por sobre todo, un Salvador universal a los gentiles, así como a los judíos (Luc. 3:6; 9:51-56; 10:25-27; 17:11-19). Haz del concepto de la universalidad el foco de tu lección de hoy.
Diálogo inicial: El Evangelio de Lucas comienza con dos milagros: el nacimiento de Juan mediante una pareja que ya había pasado la edad de tener hijos (Luc. 1:11-18) y el nacimiento de Jesús de una virgen (vers. 26-34). ¿Qué otros milagros recuerdas de la Escritura por medio de los cuales Dios reveló su voluntad? ¿Por qué el nacimiento virginal es fundamental para la misión redentora de Dios?
{ 2: ¡Explora! }
• Solo para los maestros: Lucas es el único escritor del Nuevo Testamento que no fue judio. Como gentil, escribe a un conciudadano gentil, su amigo Teófilo. Un hombre culto, y un erudito griego (se dice que los primeros cuatro versículos de este Evangelio son el mejor texto griego del Nuevo Testamento), médico e historiador con una cosmovisión universal, Lucas presenta al Salvador del mundo, sin tener en cuenta raza o nacionalidad, rango, sexo o edad.
De los cuatro evangelios, Lucas nos brinda una narración más completa, ya que un treinta por ciento de la información que contiene no se encuentra en los otros evangelios. Sin Lucas, no habríamos heredado historias universal- mente amadas, tales como la del buen samaritano, el hijo pródigo, el hombre rico y Lázaro, el rico insensato, el fariseo y el publicano, etc. Mientras diriges el estudio de este trimestre, recuerda la característica singular de la certeza y la claridad teológicas de Lucas acerca de Jesús.
Comentario de la Biblia
El Evangelio de Lucas comienza con una declaración de propósito: proporcionar un informe "ordenado" de la vida extraordinaria de Jesús. El informe es doble: primero, histórico, que Jesús es real, y vino en un momento específico de la historia (nota los personajes históricos y los períodos mencionados en Luc. 1:5; 2:1-5), y que no fue un mito; y segundo, redentor, que Jesús fue enviado por Dios para ser la buena noticia de la salvación a la humanidad, y traerla a los hombres (Luc. 1:31-35; 2:11). El informe ordenado es obvio en los primeros dos capítulos de Lucas: detalla los preparativos para la venida de Jesús y su nacimiento, y testifica de su singularidad.
I. Preparación del camino
(Repasa, con tu clase, Luc. 1:5-25.)
El Antiguo Testamento es una preparación para el Nuevo. Desde la primera promesa, de Génesis 3:15, hasta la última predicción, del "Sol de Justicia" (Mal. 4:2), toda la Palabra profética tiene un propósito único: preparar el camino para el Redentor. Malaquías cierra su narración profética con la predicción de que Dios enviaría a Elías el profeta a fin de preparar el camino para el Mesías. Cuatrocientos años más tarde, Gabriel le dice a Zacarías, un sacerdote anciano, sin hijos, que él y su estéril esposa tendrían un hijo que vendría con "el espíritu y el poder de Elías [...] para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto" (Luc. 1:17). Todo el que prepara el camino y testifica por Jesús, entonces y ahora, tiene que tener una vida en la que: sea "grande delante de Dios" (vers. 15), esté "lleno del Espíritu Santo" (vers. 15), muchos "se conviertan al Señor Dios de ellos" (vers. 16), actúe con "el espíritu y el poder de Elías" (vers. 17), prepare "al Señor un pueblo bien dispuesto" (vers. 17).
Pregunta para dialogar: Compara la descripción que dio Gabriel del carácter de Juan (Luc. 1:15-17) con la profecía de Zacarías con respecto a la misión de Juan (1:67-79).
II. El nacimiento de Jesús
(Repasa, con tu clase, Luc. 1:26-38; 2:1-20.)
En el plan divino de las cosas, nada sucede por accidente. A la orden de Dios el Padre, Gabriel, el jefe de las huestes angélicas, se apresura desde la sala del Trono del cielo para llegar a la pequeña aldea de Nazaret con el fin de decirle a una joven virgen: "Concebirás [...] y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús", "y será llamado Hijo del Altísimo" (Luc. 1:31, 32). Lucas no nos deja dudas acerca del nacimiento virginal. A aquellos que du¬dan del milagro e insisten en un nacimiento que no fuera sobrenatural, Gabriel les da una respuesta profunda: "Nada hay imposible para Dios" (vers. 37). Si Dios está limitado en la forma en que realiza sus propósitos, entonces Dios deja de ser Dios. Cómo logra su santo propósito, nosotros tenemos que aceptarlo por fe. El Hijo de María es el Hijo de Dios: humanidad y divinidad enlazados tan milagrosamente, y existen misteriosamente en Jesús, el "Salvador, que es Cristo el Señor" (Luc. 2:11).
Preguntas para dialogar
1. El Jesús de la historia y el Cristo de la fe son inseparables en el testimonio del Nuevo Testamento acerca de Jesucristo. ¿Cuáles son los riesgos de tratar de elegir uno e ignorar el otro?
2. Se cita una frase de Tomás de Aquino que dice: "A fin de que el cuerpo de Cristo pueda ser visto como un cuerpo real, nació de una mujer; pero, a fin de que su divinidad pueda ser clara, nació de una virgen". ¿Qué piensas de esta afirmación, y por qué?
III. Testigos de la singularidad de Jesús
(Repasa, con tu clase, Luc. 21-35)
La historia misma da testimonio de que Jesús no es un personaje ficticio creado por algún buscador de publicidad, ansioso de separarse del judaísmo exclusivista, y de los cultos de misterio de Roma y Grecia. Lucas plantea la realidad histórica de Jesús al afirmar que nació en tiempo real, cuando Augusto dominaba el Imperio y Quirino gobernaba Siria, y cuando César promulgó la orden para su censo, que requirió que José y María de Nazaret viajaran a Belén (Luc. 2:1-7). Lucas, el historiador, no tiene sitio para un Jesús mítico. Para él, Je¬sús fue real. Fue el Hijo de María, es el Hijo de Dios y es el Salvador del mundo. Este cuadro del Jesús universal emerge en todo el Evangelio, como veremos en lecciones futuras. La buena noticia de la salvación es para toda la humanidad, y promete lo esencial de la vida: "gloria a Dios", "en la tierra paz", y "buena voluntad para con los hombres" (vers. 14). Dos mil años más tarde, esa fórmula para la recompensa eterna de la vida sigue siendo la misma. La paz es siempre la esperanza humana, pero no pue¬de ser nuestra primera prioridad. Esta debe ser siempre dar "gloria a Dios". Cuando se reconoce y se recibe a Dios, la paz interior y la exterior seguirán. Los pastores de Belén la experimentaron; Jerusalén la perdió. Y esa es la tragedia de mucho de lo que es humano.
Considera: ¿Por qué dar gloria a Dios en nuestra vida debe ser nuestra primera prioridad por sobre la búsqueda de la paz, o de cualquier otra felicidad terrenal?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: Las acciones de Dios en la historia redentora están bien predichas en la profecía bíblica, y no obstante, pocos, aun de aquellos que están familiarizados con tales profecías, están listos para ese evento. El apóstol dice: "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo" (Gál. 4:4). Elena de White declara: "Como las estrellas en la vasta órbita de su derrotero señalado, los propósitos de Dios no conocen premura ni demora. [...] Y cuando el gran reloj del tiempo marcó aquella hora, Jesús nació en Belén" (DTG 23).
Analiza con la clase el propósito de la profecía y la tragedia del descuido humano de la Palabra de Dios.
Pregunta para reflexionar: Cuando Jesús nació en Belén, y más tarde comenzó su ministerio, solo unos pocos estaban listos para aceptarlo por quién era. ¿Por qué esto es así?
Pregunta de aplicación: Así como la profecía predijo la primera venida de Jesús, también proclama su segunda venida. ¿De qué forma será diferente nuestra preparación para su segunda venida de la que tuvo la generación que presenció su primera venida?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: Esta lección abre la posibilidad de hacer un autoexamen. Pide a voluntarios que respondan las siguientes preguntas sencillas:
1. Teófilo: ¿Qué me convencería para creer la historia de Lucas?
2. Gabriel: ¿Por qué me eligió Dios para llevar la noticia de quién destruiría a aquel cuyo puesto me dio a mí en el cielo?
3. Elisabet: ¿Por qué creería la historia que trajo mi marido de que Gabriel lo visitó en el Templo?
4. María: ¿Cómo pude enfrentar las miradas críticas y las historias insoportables que recorrían Nazaret?
Lección 2:
Texto clave: Lucas 3:22.
Enseña a tu clase a:
Saber reconocer cómo se preparó Jesús para su misión.
Sentir y comprender la necesidad de cada uno de estar listo para la misión de la vida.
Hacer: Prepararse cada uno para cumplir la misión.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Cómo se preparó Jesús para su misión.
A. ¿Qué función tuvo el bautismo en la preparación de Jesús para su mi¬sión?
B. ¿Por qué era necesario que Jesús fuera bautizado?
C. ¿Cómo usó Satanás las tentaciones para frustrar la misión de Jesús? ¿Cuál es el secreto de la victoria de Cristo en el desierto?
II. Sentir: La necesidad de estar listo para la misión de la vida.
A. Si no estás bautizado todavía en la familia de Dios, ¿qué necesitas para tomar tu decisión? Si ya eres bautizado, ¿qué importancia tiene esto en tu vida diaria?
B. ¿De qué manera la victoria de Jesús en las tentaciones te ayuda en tu vida diaria? ¿Cómo puedes tener la misma confianza que tuvo Jesús al afrontar las tentaciones?
C. ¿Cómo pueden vencerse las ansiedades de la vida, sean de pan, de salud, de felicidad o de seguridad, mediante la oración y la dependencia de la Palabra de Dios y sus promesas?
D. En cada tentación, Jesús respondió a Satanás con una promesa divina. ¿Cómo puede la Biblia llegar a ser un arma en la guerra con Satanás?
III. Hacer: Qué se necesita para cumplir la misión de cada uno.
A. ¿Cómo puedes estar seguro de tu misión en la vida?
B. ¿Qué pasos tienes que dar para vivir una vida victoriosa por Cristo, como lo hizo Jesús para con su Padre?
C. Cuando eres tentado, ¿qué pasos darás para ser un cristiano victorioso?
Resumen: La preparación es vital para la misión que Dios te ha confiado. Esta preparación involucra ingresar en el cuerpo de Cristo -la iglesia- median¬te el bautismo, y estar listo para pelear cada batalla que nos confronte. -
Ciclo de aprendizaje Texto destacado: Lucas 3:22.
Concepto clave para el crecimiento espiritual:
Juan el Bautista fue el cumplimiento de la profecía de Isaías (40:3-5), al ser la "voz [...] que clama en el desierto", para preparar "el camino del Señor". Jesús, temprano en su vida, afirmó "que en los negocios de mi Padre me es necesario estar" (Luc. 2:49). Durante toda su vida, fue consciente de su misión especial como el Hijo de Dios y como el Hijo del Hombre. Nosotros también podemos discernir el significado y el destino de nuestra vida al descubrir nuestra relación con Dios, y resueltamente aferramos a él.
{ 1: ¡Motiva! }
Solo para los maestros: Esta lección comienza con el ministerio de Juan. Todos los evangelios dan testimonio de la persona, el mensaje y la misión de Juan el Bautista (Mat. 3:1-12; 14:1-10; Mar. 1:3-5; Luc. 3:2-22; 7:18-23; Juan 1:15-34). Asegúrate de que tu clase capte el punto central de su predicación, y cómo ella preparó el camino para la misión de Jesús. La lección también toca los temas del bautismo y las tentaciones de Jesús. Analiza cómo esos dos eventos se relacionan entre sí, y qué lecciones podemos obtener para nuestra propia experiencia cristiana.
Preguntas para dialogar:
1. Lucas 3:6 (ver también Isa. 40:5; 52:10) dice: "Y verá toda carne la sal¬vación de Dios", proclamando así la universalidad del mensaje del evangelio. Compara el mensaje universal de Lucas con el que predicó Pablo a los Efesios (Efe. 2:11-22). ¿Cómo afecta esta universalidad tu vida y tu testimonio?
2. El ministerio de Juan debía preparar a la gente para el ministerio de Jesús. ¿Cuáles son algunos de los primeros pasos de esa preparación? Ver Lucas 3:7 al 17.
3. El ataque de Satanás contra el ministerio de Jesús comenzó pronto después de su bautismo. ¿Qué importancia puede tener el momento de ese ataque?
{ 2: ¡Explora! }
Solo para los maestros: Como era historiador, Lucas pone los minis- terios de Juan el Bautista y de Jesús en el contexto de la historia, nombrando por lo menos seis dignatarios seculares así como religiosos (Luc. 3:1, 2). Lucas parece desafiar a las generaciones futuras a creer que se puede encontrar el verdadero significado de la vida en la gracia y en la victoria de las que Jesús fue el modelo. Un personaje histórico que reconoció esta realidad fue Juan el Bautista, que en su breve vida mostró que la vida que vale la pena vivir es una vida de arrepentimiento y victoria (Luc. 3:7-18). Esta vida tiene tres partes esenciales: andar en el camino de Dios, caminar en el camino designado y caminar una vida victoriosa.
Comentario de la Biblia
I. Andar en el camino de Dios
(Repasa, con tu clase, Luc. 3:3-18.)
Juan el Bautista se consideró como el cumplimiento de la profecía de Isaías (Isa. 40:3-5), "la voz [...] en el desierto" que debía preparar "el camino de Jehová". El significado y el destino de todos nosotros lo encontramos solo si preparamos el camino del Señor, y caminamos en él. Sin el camino de Dios, ningún camino humano tiene sentido o propósito, y ningún destino glorioso. Por ello, el mensaje de Juan a las multitudes en el desierto era un llamado directo a encontrar ese camino. Este llamado tenía algunas implicaciones profundas: 1) Ser hijos de Abraham no garantizaba que uno fuera el recipiente natural de la salvación. La redención del pecado o una pretensión al cielo no están vinculadas con la herencia o el legado, sino con una elección personal de caminar en los caminos del Señor. 2) Caminar en ese camino nos conducirá a llevar buenos frutos para el Reino de Dios. 3) Prepararse para caminar en el camino de Dios demanda que nos arrepintamos y seamos bautizados.
Ese arrepentimiento requiere un cambio de corazón, un cambio de dirección; y este cambio no es un acto momentáneo, separado de la vida diaria. Mientras la vida en su rutina normal debe continuar, la vida después del arrepentimiento trascenderá lo ordinario para abrazar lo extraordinario: el pobre será atendido, los enfermos serán cuidados, se resistirá el pecado, se amará al pecador, se incorporará al marginado, el trabajo será íntegro, la adoración mostrará verdadera justicia, y el testimonio reproducirá amor y gracia. Visto esto, el clamor de Juan pidiendo arrepentimiento era realmente una preparación para el reino que Cristo estaba por iniciar.
Pregunta para dialogar: El bautismo de Juan era por agua, y demandaba una vida que diera frutos (Luc. 3:8-14). Pero Juan el Bautista predijo que quien vendría después de él "os bautizará en Espíritu Santo y fuego" (Luc. 3:16). ¿Qué significa el bautismo de fuego? (Compara con Mal. 3:1-3.)
II. Caminar el camino designado
(Repasa, con tu clase, Luc. 3:21, 22.)
En su bautismo, el Mesías se presenta en público por actos de intervención divina: los cielos se abren, el Espíritu Santo desciende sobre él en la forma de una paloma y Dios el Padre pronuncia quién es Jesús. Al mencionar estas intervenciones divinas, Lucas quiere que sus lectores sepan que su testimonio es acerca de Uno cuyo origen es diferente al de cualquier otra persona sobre la Tierra. Él es el amado Hijo del Padre, el ungido por el Espíritu Santo y el Hijo a quien Dios con satisfacción designa como el Redentor del mundo. ¿No se había ya prometido esto en la proclamación de Gabriel, de que su nombre sería "Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mat. 1:21)?
La presentación de Jesús que hizo el Cielo al mundo en ocasión de su bautismo: "Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia" (Luc. 3:22) es, en sí misma, una repetición de las palabras inspiradas por el Espíritu Santo de mucho tiempo atrás. La primera parte de la afirmación -"Tú eres mi Hijo"- proviene de la profecía mesiánica de Salmo 2:7. La segunda parte es de Isaías 42:1: "Mi Siervo [...] en quien mi alma tiene contentamiento". El bautismo de Jesús en el río Jordán reúne dos declaraciones proféticas con respecto al Hijo y al Siervo.
Mediante esta unión, la voz del Padre y la manifestación visible del Espíritu Santo reconocen que, aunque Jesús es realmente el Hijo amado de Dios, el Hijo también ha tomado la función del Siervo sufriente de la profecía mesiánica de Isaías. Desde ese momento en adelante, el viaje comienza hacia una colina llamada Gólgota para que el Hijo llegue a ser el Salvador del mundo.
Pregunta para dialogar: De los cuatro evangelios, solo Lucas registra que Jesús oró en ocasión de su bautismo (Luc. 3:21). ¿Acerca de qué crees que él oró? Cita otros ejemplos del lugar de la oración en la vida de Jesús, y el impacto que estos interludios de oración tuvieron sobre su ministerio.
III. Caminar una vida victoriosa
(Repasa, con tu clase, Luc. 4:1-14.)
¿Cómo ser victoriosos sobre Satanás, y cumplir la misión que Dios nos encomendó? ¿Cómo establecer el Reino de Dios aquí en el territorio usurpado por el enemigo? Entre la consagración al servicio en su bautismo y la conclusión de la misión en la Cruz, la Inspiración registra muchas tentaciones y ataques contra la Persona y la misión de Jesús. Pero siempre Cristo era consciente de que el diablo no podría encontrar en él nada para frustrar su misión: "El príncipe de este mundo [...] nada tiene en mí" (Juan 14:30).
El secreto de la vida victoriosa de Jesús también puede ser nuestra arma contra el enemigo (Efe. 6:17). Él, el dador de la Palabra, vivió por la Palabra.
También podemos hacerlo nosotros. Una dependencia absoluta y una confianza concentrada en Dios constituyen una vida que no puede ser sacudida por la pobreza de pan, el ansia de poder, o la nefasta incredulidad que golpea el alma.
Pregunta para dialogar: La tentación en sí misma no es pecado. En el sentido bíblico, la tentación tiene el potencial de afirmar la posibilidad de la santidad. Ser tentado es una cosa; caer en pecado es otra. ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué sí o por qué no?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: El bautismo es una señal externa de un cambio interior. Es una puerta a una vida nueva. Haber entrado por esa puerta no garantiza que estemos seguros para siempre. La vida cristiana es una batalla cons¬tante y una vigilia permanente. ¿De qué modo esta lección refuerza esta verdad?
PREGUNTA PARA REFLEXIONAR: En la narración de las tentaciones, tanto Satanás como Cristo citan las Es¬crituras. ¿Cuál es la diferencia entre el uso de la Escritura de cada uno de ellos?
ACTIVIDAD DE APLICACIÓN: Comparte con tu clase alguna experiencia personal de cómo las Escrituras te ayudaron en momentos en que fuiste probado.
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: Satanás usó tentaciones para desviar a Jesús de su misión, para arrojar dudas sobre el camino ungido por Dios para la redención y para molestar a Jesús con los dolores de la soledad. Satanás repitió la tentación de una manera diferente en el Getsemaní con el mismo propósito.
Para repasar:
1. Compara las tentaciones que Jesús soportó en el desierto y en el Getsemaní. ¿En qué sentido fueron diferentes, y cómo venció Jesús en cada situación?
2. Permanecer en la Palabra de Dios y mantener una estrecha relación con Dios en la oración son maneras de vencer la tentación. Cita algunos ejemplos de la Biblia en los que las personas vencieron la tentación mediante la oración. ¿De qué modo la oración te permitió vencer también? Comparte tu experiencia con la clase.
3. Si Satanás fuera a tentarte en tres áreas, ¿cuáles serían ellas? ¿Dónde te encontrarías más vulnerable? ¿Qué provisiones hizo Dios para librarte en estas tres áreas?
Lección 3:
Texto clave: Lucas 9:20.
Enseña a tu clase a:
Saber reconocer quién es Jesús.
Sentir y abrazar la realidad experiencial de quién es Jesús.
Hacer: Aceptar su realidad y seguir su mandatos.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: La naturaleza divino/humana de Jesucristo. A. ¿Cuáles son algunos de los veredictos de la historia con respecto a la naturaleza de Jesús? Como adventistas, ¿cómo abordamos estos veredictos? B. ¿En qué forma la confesión de Pedro acerca de la naturaleza de Cristo es fundacional para el evangelio cristiano? ¿Tendría algún sentido el evangelio como las buenas nuevas de salvación sin esa confesión? C. ¿De qué modo la experiencia de la Transfiguración refuerza la singularidad de Jesús? ¿Cuál fue el rol de Moisés y de Elías en el monte de la Transfiguración? D. ¿Cuáles son las implicaciones de los títulos "Hijo de Dios" e "Hijo del Hombre" al ser aplicados a Jesús?
II. Sentir: El poder y la presencia de Cristo. A. ¿Cuál es la relevancia de la naturaleza divina de Cristo para nuestra experiencia de la salvación? B. ¿De qué forma la humanidad de Cristo nos hace comprender el precio que él pagó por nuestra salvación? C. ¿Qué clase de respuesta debe evocar en nosotros el mandato ("A él oíd") dado en el monte de la Transfiguración? ¿Por qué?
III. Hacer: Aceptar la divinidad/humanidad de Cristo. A. ¿De qué manera la divinidad de Cristo desafía nuestra vida diaria? B. Si alguien ataca tu fe en la divinidad de Cristo, ¿sobre qué base la defenderías? C. ¿Cómo defenderías la relevancia de las dos naturalezas de Cristo en relación con tu salvación? Resumen: "La naturaleza humana del Hijo de María ¿fue cambiada en la naturaleza divina del Hijo de Dios? No. Las dos naturalezas se mezclaron
Ciclo de aprendizaje
Texto destacado: Lucas 9:18-27.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: "Jesús fue hecho en todo semejante a sus hermanos. Se hizo carne, como somos carne. Tuvo hambre y sed, y sintió cansancio. Fue sostenido por el alimento y refrigerado por el sueño. Participó de la suerte del hombre, aunque era el inmaculado Hijo de Dios. Era Dios en la carne. Su carácter ha de ser el nuestro" (DTG 278).
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: La entrada del Hijo de Dios como el Jesús de la historia no fue un accidente. Sus naturalezas divina y humana y su misión en la Tierra son el plan de la Trinidad para lograr el triunfo de Dios en la gran con¬troversia, y asegurar la eliminación del pecado y la derrota aplastante de Satanás, produciendo el triunfo del plan de redención. Recuerda esto como el centro del estudio de esta lección.
Diálogo inicial: Sarvepalli Radhakrishnan, un ex presidente de la India y connotado filósofo, dijo que los cristianos son personas comunes que presen¬tan afirmaciones extraordinarias. Una de ellas es la aseveración de que Cristo es realmente Dios y realmente hombre. Ese Dios llegó a ser humano en el proceso de la encarnación, y que retuviera tanto la naturaleza divina como la humana es un milagro imposible de comprender y un hecho que no se puede ignorar. Por ello, el apóstol Pablo dice: "E indiscutiblemente, grande es el mis¬terio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria" (1 Tim. 3:16).
Preguntas para dialogar:
1. ¿Por qué dice Pablo que la encarnación es "indiscutible"? ¿Qué significa esto? 2. ¿Quién es Jesucristo? Analiza esta pregunta en el contexto de los seis pasos que bosqueja Pablo en 1 Timoteo 3:16. { 2: ¡Explora! } teriosamente en una sola persona: el hombre Cristo Jesús" ("Comentarios de Elena G. de White", CBA 5:1.088). Solo para los maestros: A lo largo de la historia, los hombres en sus momentos de reflexión tranquila o de ira, en momentos de aprecio o de furia, y de admiración o rechazo, han llamado a Jesús con muchos nombres: desde los majestuosos hasta los malévolos. Pero hay una pregunta que él hizo de la que nadie puede escapar: "¿Quién decís que soy?" ¿Quién es Jesús? ¿Cuál es el significado y las implicaciones de los títulos "Hijo de Dios" e "Hijo del Hombre", que se usan para referirse a Jesús? ¿Por qué la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo es fundacional para comprender a Jesús? ¿De qué forma la experiencia de la Transfiguración refuerza la singularidad de Jesús? Al estudiar estas preguntas, re¬cuerda que nuestra comprensión y nuestra respuesta tienen implicaciones eternas.
Comentario de la Biblia
I. Hijo de Dios (Repasa, con tu clase, Luc. 1:31-35.)
"Cual Jesús no hay otro nombre".
Como sus seguidores, cantamos esa línea. Pero la singularidad de Jesús no es una expresión poética o filosófica vacía, sino que señala lo que es, y lo que ningún otro ser puede ser. Esta singularidad se expresa en los evangelios por medio de dos títulos: "Hijo de Dios" e "Hijo del Hombre". "Hijo de Dios" se usa para referirse a Jesús más de 45 veces en el Nuevo Testamento, y la mayoría está en los evangelios. Marcos, cuyo evangelio fue el primero en ser escrito, comienza su narración con la afirmación directa de que es el "principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios" (Mar. 1:1). Por eso, sin que la segunda Persona de la Deidad descendiera para vestirse de la naturaleza humana, no podría haber redención del pecado. Lucas, escribiendo a gentiles, nota que en Jesús la Deidad ha dado el mejor regalo del Cielo a la humanidad: "Hijo del Altísimo", "Santo Ser", "Hijo de Dios" (Luc. 1:31-35). El triple homenaje de Lucas no deja lugar a dudas de que Jesús es plenamente Dios. En realidad, como escribe el apóstol amado, los evangelios fueron escritos "para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre" (Juan 20:31). Que la divinidad de Cristo no es una opción ni un objeto de componendas es claro por el hecho de que Satanás usó eso como el punto central de sus tentaciones para desviar a Jesús de la misión que le dio su Padre (Mat. 4:3, 6; Luc. 4:3, 9).
Considera: El título "Hijo de Dios" denota la unión y la igualdad esenciales dentro de la Deidad. "Cristo [...] era uno solo con el Padre eterno, uno solo en naturaleza, en carácter y en propósitos; era el único ser que podía penetrar en todos los designios y fines de Dios" (PP 12). ¿Por qué Jesús, mientras estuvo sobre la Tierra, no dejó de ser Dios? Da apoyo bíblico para tu respuesta.
II. "Hijo del Hombre"
(Repasa, con tu clase, Luc. 5:24; Luc. 6:5.)
Hijo del Hombre es la designación que solo Jesús se aplicó a sí mismo, y aparece más de 80 veces en los evangelios, 25 de las cuales está en Lucas. Aunque el título enfatiza la naturaleza humana que tomó sobre sí la segunda Persona de la Deidad (Fil. 2:5-8), proporciona numerosas vislumbres de la naturaleza, la misión y el ministerio del Jesús encarnado. Sí, Jesús, el Hijo del Hombre, vivió como una persona corriente (Luc. 7:34; 9:58), pero como el Hijo del Hombre también pretendió la autoridad divina de perdonar pecados (Luc. 5:24), se proyectó a sí mismo como el Creador (Luc. 6:5), definió su misión como mesiánica de buscar y salvar lo perdido (Luc. 19:10) por medio de su propia muerte y resurrección (Luc. 18:31; 11:30) y, finalmente, determinó concluir la gran controversia por medio de su retorno escatológico (Luc. 9:26; 21:27; 22:69; 18:8). De este modo, el título Hijo del Hombre es singular, y define a Jesús, el Hombre Universal, en quien, misteriosamente, la divinidad y la humanidad se combinaron por "un vínculo que nunca se ha de romper" (DTG 17), de modo que la gran controversia pueda llegar a su triunfo definitivo.
Preguntas para dialogar:
1. Pide a los miembros de tu clase que lean Daniel 7:9, 10, 13 y 14. ¿A quién se refiere "uno como un hijo de hombre"? ¿Cuál es el significado de los eventos que preceden y que siguen a esta frase en Daniel 7? 2. Compara el "Hijo del Hombre [que] no tiene dónde recostar su cabeza" (Luc. 9:58) con el "como un hijo de hombre" en Daniel 7, que tiene autoridad y majestad. ¿Qué lecciones acerca de la Encarnación puedes aprender de esta comparación?
III. El Cristo de Dios
(Repasa, con tu clase, Luc. 918-20.)
"¿Quién decís que soy?" (Luc. 9:20). Jesús hizo la pregunta estando en Cesarea de Filipo (Mat. 16:13), una ciudad pagana, conocida por la abundancia de dioses, que variaban desde los dioses sirios que descendían de Baal hasta los dioses y las diosas griegos y romanos. El paisaje de la ciudad estaba mar¬cado por decenas de templos y la pompa de la adoración del César, apoyados por la riqueza, el poder y el orgullo de Roma, y los diversos aspectos de un gran imperio. Contra este telón de fondo, Jesús les preguntó a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que soy yo?" (Luc. 9:18). La gente que escuchaba a Jesús lo vio confrontarse con los fariseos; escuchó sus historias, las más grandes en la historia de la moral y la ética; lo vio sanar a los enfermos, restaurar a los ciegos, calmar el mar embravecido y resucitar a los muertos. Cada uno tenía respuestas diferentes para la gran pregunta de Jesús: respuestas tan variadas como un profeta -Elías o Juan el Bautista- resucitado. Pero Jesús no estaba satisfecho con esas respuestas. Los grandes teólogos, agnósticos, filósofos, éticos, eruditos y escépticos de la historia no pueden proveer la respuesta que él buscaba. Él quería una respuesta personal, salida de lo profundo del corazón. Su pregunta es: "¿Quién decís que soy?" (vers. 20). Esto demanda una respuesta que refleje una decisión personal y revele un compromiso sin reservas. Tal respuesta provino de Pedro: "El Cristo de Dios" (Luc. 9:20). "Cristo era esencialmente Dios y en el sentido más elevado. Era con Dios desde toda la eternidad, Dios sobre todo, bendito para siempre. El Señor Jesucristo, el divino Hijo de Dios, existió desde la eternidad como una persona distinta, y sin embargo era uno con el Padre. Era la excelsa gloria del cielo. Era el Comandante de las inteligencias celestiales" (MS 1:290, 291).
PREGUNTA PARA DIALOGAR: A la pregunta de "¿Quién es Jesús?", los discípulos informaron que la gente creía que era Elías, uno de los profetas, o Juan el Bautista. ¿Por qué eran inadecuadas estas respuestas?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: Durante la noche anterior a la crucifixión, hubo una sesión de preguntas y respuestas entre los miembros del Sanedrín y Cristo. Lean Lucas 22:67 al 70, y dialoguen de qué modo se aplica a nuestra comprensión de la singularidad de Jesús.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR: ¿Qué podemos aprender del uso de "Hijo del Hombre" e "Hijo de Dios" en la conversación registrada en Lucas? { 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros
: "Cuando deseemos estudiar un problema profundo, concentremos nuestra mente en lo más maravilloso que jamás haya acontecido en la Tierra o en el cielo: la encarnación del Hijo de Dios. Dios dio a su Hijo para que muriera una muerte de ignominia y de vergüenza. [.] Se humilló a sí mismo para sufrir con la raza humana, para ser afligido en todas las tribulacio¬nes de los seres humanos" ("Comentarios de Elena G. de White", CBA 7:916).
ACTIVIDADES:
1. Pide a tu clase que enumeren algunos de los problemas que surgen cuando piensan en la Encarnación.
2. Dios dio a su Hijo para morir por nuestros pecados. Comparte cómo expresarías tu agradecimiento por ese sacrificio.
Lección 4:
Texto clave: Lucas 9:23.
Enseña a tu clase a:
Saber y comprender los elementos básicos del discipulado.
Sentir y aceptar el compromiso personal del discipulado.
Hacer: Ser un discípulo activo y responsable.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Elementos básicos del discipulado.
A. ¿Por qué eligió Jesús a doce discípulos y más tarde envió a los Setenta? ¿Cuál es la función de un discípulo en el establecimiento del Reino de Dios?
B. ¿Qué entiendes que son los cuatro principios del discipulado que presenta Lucas 9:23: negarse, tomar la cruz, tomarla diariamente, y seguir a Jesús?
C. ¿Cuánto cuesta el discipulado? ¿Por qué es costoso? ¿Con qué se puede medir su costo?
II. Sentir: El compromiso personal del discipulado.
A. ¿Cuál es la diferencia entre la relación de Pablo con Timoteo y la de Cristo con Pedro? ¿Por qué la segunda es diferente?
B. Aunque la iniciativa del discipulado descansa en Jesús, quien llama (Luc. 5:10, 11) y elige (Juan 15:16), ¿qué clase de compromiso se espe¬ra del que es llamado (Luc. 9:23-25)?
C. ¿Cómo podemos interpretar, en el contexto actual, el llamado a dejar todo y seguir a Jesús (Luc. 14:25-33)? ¿Es posible hoy ser un discípulo secreto como Nicodemo y José de Arimatea lo fueron? ¿Por qué sí o por qué no? (Ver Juan 12:42, 43.)
III. Hacer: Ser un discípulo sensible y responsable.
A. ¿Cómo llegamos a ser discípulos según la respuesta que le damos a Cristo?
B. ¿Cuál es la responsabilidad de un discípulo para con el evangelio, para con los otros dentro y fuera de la comunidad de la fe, y para con el mundo en general?
Resumen: El discipulado es obediencia al llamado de Jesús a permanecer en él, hacer lo que él nos pide, y ser la sal y la luz de este mundo. -
Ciclo de aprendizaje
Texto destacado: Lucas 5:1-11.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Un milagro ¿sigue a la obediencia? ¿O la obediencia sigue a un milagro? Aunque ambas situaciones pueden ser posibles, es mejor confiar y obedecer al Señor primero, y permitir que su voluntad sea hecha, como él la elija. Tal sumisión permitió a Pedro soportar la siguiente experiencia hermosa. Cuando el Carpintero de Nazaret les dijo a Pedro y a sus amigos que echaran la red al mar, el pescador veterano, que no había pescado nada durante la noche de labor, no podría haber estado más frustrado. Pero las palabras de Pedro definen el discipulado de buena manera: trabajamos toda la noche sin resultados, pero "en tu palabra" (Luc. 5:5) echaremos la red. El verdadero discípulo debe estar siempre listo para obedecer la palabra del Maestro. Su palabra es una orden, y ese es el deber del discípulo.
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros:
La reacción inmediata de Pedro a la pesca milagrosa fue el reconocimiento de ser pecador en la presencia del divino Maestro.
La relación de Pedro con Jesús cambió: de un reconocimiento de Jesús como un maestro -alguien conocido en la región como un gran maestro-, al gozoso descu brimiento de que Jesús era el Señor, el Mesías. Cuando una persona experimenta esa transición, es el secreto del discipulado.
DIÁLOGO INICIAL: "Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador", dijo Pedro (Luc. 5:8). ¿Era este un pedido de Pedro de retirarse de la presencia del Señor? De ningún modo. Era una expresión de que era indigno de estar en la presencia del Mesías. El reconocimiento de que uno es pecador debe preceder a la sumisión al señorío de Jesús. Con esa sumisión comienza el discipulado.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Cómo experimentaste una sumisión similar a la que cambió a Pedro de ser un pescador a ser un discípulo?
2. Jesús invitó al pescador maravillado a que lo siguiera. "Desde ahora serás pescador de hombres" (Luc. 5:10) es la descripción del trabajo que Jesús les asignó a Pedro y a sus amigos. ¿Qué clase de descripción de trabajo llevas tú como discípulo?
{ 2: ¡Explora! }
Solo para los maestros: La palabra "discípulo" aparece más de 250 veces en el Nuevo Testamento, y casi todas están en los evangelios. La palabra griega es mathetés, que literalmente significa un "seguidor", un "aprendedor", uno que se dedica completamente al Maestro. Para comenzar, la palabra se usa principalmente con referencia a los Doce elegidos por Jesús, y enviados con "poder y autoridad" "a predicar el reino de Dios" (Luc. 9:1, 2; Mar. 3:14). Más tarde, Jesús llamó a los Setenta (Luc. 10:1-20), y ordenó a sus seguidores que hicieran "discípulos a todas las naciones" (Mat. 28:19). De esta manera, el discipulado cristiano, que comenzó con el núcleo de los Doce, se gobierna con el mismo prin¬cipio universal de "todo aquel", que es central en el plan redentor de Dios (Juan 3:16). Por lo tanto, es importante que comprendamos claramente el llamado, las características y el costo del discipulado.
Comentario de la Biblia
I. El llamado al discipulado
(Repasa, con tu clase, Luc. 5:1-11.)
El discipulado cristiano no es un viaje de autodescubrimiento. A diferencia de otros sistemas filosóficos o religiosos en los que uno puede elegir llegar a ser un aprendedor o un seguidor de una persona o una escuela de pensamiento específicas, el discipulado cristiano comienza con Cristo. Primero, él llama. Él "llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él" (Mar. 3:13).
El llamado se origina en Cristo. Este concepto del llamado está profundamente arraigado en la teología bíblica. "Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo" es la forma en que el Antiguo Testamento expresa la elección de Dios de un pueblo que lo siguiera, le fuera obediente y cumpliera su voluntad sobre la Tierra. Sea Abraham, Moisés, Josué, Débora, Daniel o Isaías, fue Dios quien llamó, y la obediencia a ese llamado resultó en ser parte de los escogidos.
Primero, está el llamado divino: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" (Isa. 6:8). O, en las palabras de Jesús, está la invitación: "Sígueme" (Luc. 5:27; Mat. 4:19; Mar. 1:17). La obediencia a ese llamado -cualquiera que sea la tarea, el sacrificio, o cuán larga y exigente sea la jornada- es necesaria para el verdadero discipulado. En realidad, ser un discípulo precede a ser conocido como cristiano (Hech. 11:26).
Considera: ¿En qué consiste el llamado del Señor al discipulado? ¿Qué involucra nuestra respuesta al llamado de Jesús de seguirlo?
II. Características del discipulado
(Repasa, con tu clase, Luc. 14:26-33.)
Jesús consideró la elección de los Doce como un asunto muy solemne. Serían representantes de su Reino, actuarían en su nombre y con su poder (Hech. 1:8). Por ello, antes de la selección, "fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios" (Luc. 6:12). Fortalecido por la conversación con su Padre, "escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles" (vers. 13).
Entre las características que definen el discipulado, quien no puede ser un discípulo es tan importante como quien puede serlo. Lucas 14:26 al 33 proporciona tres principios de "quienes no pueden ser". Primero, el que no compromete una lealtad completa a Cristo (por sobre las obligaciones a sus padres o el amor a un cónyuge, o hijos, o hermanos, o las presiones de la vida propia) no puede ser un discípulo. Segundo, el que no somete su vida completamente al Maestro no puede ser un discípulo. Tercero, el que no puede abandonar todo lo que posee no puede ser un discípulo. Quien no toma el llamado de Jesús en toda su seriedad, o se compromete a una negación propia total, y ofrece una obediencia absoluta a él, no cumple con las condiciones del discipulado.
Considera: "Negarse a sí mismo es darse cuenta solamente de Cristo y ya no más del yo, es ver únicamente al que va delante y ya no más al camino que es demasiado duro para nosotros. Una vez más, todo lo que puede decir la ne¬gación propia es: 'Él va adelante, mantente cerca de él".-Dietrich Bonhoeffer, The Cost of Discipleship, p. 97. ¿Por qué el discipulado involucra la negación propia? ¿Quién no puede ser un discípulo, y por qué?
III. El costo del discipulado
(Repasa, con tu clase, Luc. 9:23-26.)
Se dice que Martín Lutero dijo que un cristiano es primero y principalmente un cruciano (una persona de la Cruz). Jesús definió el costo del discipulado en palabras que no se pueden olvidar: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame" (Luc. 9:23). La negación propia, llevar la cruz cada día y seguir a Jesús adonde nos lleve es el costo del discipulado. Ser un discípulo de Jesús es un privilegio incomparable y un honor supremo. El llamado puede demandar de nosotros el sacrificio máximo, pero ese mandato nunca puede asemejarse al descenso de Jesús desde la sala del Trono de Dios a la vergüenza y los sufrimientos del Calvario. De este modo, cuando "nos em¬barcamos en el discipulado, nos entregamos a Cristo en unión con su muerte: entregamos nuestras vidas a la muerte. Comienza de este modo; la cruz no es el fin terrible de una vida que era temerosa de Dios y feliz, sino que nos encuentra al comienzo de nuestra comunión con Cristo. Cuando Cristo llama a un hombre, le pide que vaya y muera. Puede ser una muerte como la de los primeros discí¬pulos, que tuvieron que dejar sus hogares y trabajo para seguirlo [...]. Pero es la misma muerte cada vez: la muerte en Jesucristo, la muerte al hombre viejo, a su llamado".-Bonhoeffer, ibíd., p. 99.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR: De acuerdo con Jesús, ¿cuál es el verdadero costo del discipulado? ¿De qué modo el discipulado es un honor supremo y, al mismo tiempo, el sacrificio más profundo?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: Imagínate a Pedro corriendo a su casa para informar a su esposa que ya no pescará más. "He cambiado de trabajo. Desde ahora, pescaré hombres", dice Pedro. "Pero no comemos hombres, comemos peces", protesta la esposa de Pedro. ¿Cómo podría Pedro haber calmado a su esposa y transmitido un enfoque positivo de la noticia de su nuevo trabajo como discípulo de Jesús? (Ver El Deseado de todas las gentes, p. 249).
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
1. El llamado al discipulado no es una invitación a una vida de meditación. La meditación es importante, pero más significativo es seguir el principio: trabajar con hombres y mujeres, perdidos, solitarios, temerosos, y mostrarles a cada uno el camino a una vida transformada por el Señor. ¿De qué forma eres tú un discípulo en este sentido?
2. William Barclay, un erudito en el Nuevo Testamento, identifica por lo menos seis características de un buen pescador. Debe tener
1) paciencia,
2) perseverancia,
3) coraje,
4) "tener una noción exacta del momento correcto",
5) la capacidad de "adecuar la carnada a la clase de pez" y
6) la habilidad de "mantenerse oculto" [de sus presas].
"El buen predicador y maestro no se presentará ante los hombres sino que presentará a Jesús".-Mateo 1:86, 87. ¿De qué maneras puedes relacionar estas características con tu vida como discípulo?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: Lean Lucas 9:3 antes de hacer la siguiente actividad.
ACTIVIDAD: Cristo indicó a sus discípulos que viajaran "livianos", y no llevaran nada consigo. Sin un bastón. Sin pan. Sin dinero. Sin una túnica extra. Pide a los alumnos que escriban las respuestas a las dos preguntas siguientes: 1. ¿Cuán práctica es esta instrucción en el contexto actual? 2. ¿Cómo reaccionas ante esta instrucción en el discipulado?
Lección 5:
Texto clave: Marcos 2:27, 28.
Enseña a tu clase a:
Saber comprender cómo se relacionó Jesús con el sábado.
Sentir y aceptar la importancia de la observancia del sábado.
Hacer: Descubrir el significado y las bendiciones del sábado.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Cómo se relacionó Jesús con el sábado.
A. ¿Qué quiere decir Lucas cuando habla de la observancia del sábado como una costumbre de Jesús? (Ver Luc. 4:16.) ¿Por qué deberíamos también nosotros tener la misma costumbre?
B. ¿En qué sentido es Jesús el "Señor del sábado" (Mar. 2:28)? ¿Cómo se vincula este versículo con Génesis 2:2; Éxodo 20:8 al 11; y Ezequiel 20:12 y 20?
C. ¿Cómo afrontó Jesús la acusación de que él y sus discípulos no observaban el sábado (Luc. 6:1-11)?
II. Sentir: La importancia de la observancia del sábado.
A. ¿Por qué la observancia del sábado es importante para el cristiano? ¿De qué manera Lucas (23:54-56; 24:1) nos ayuda no solo a identificar el séptimo día como el sábado, sino a darnos un ejemplo del descanso sabático?
B. ¿Cómo y por qué debemos observar el sábado haciendo obras de misericordia (Luc. 4:31-40; 6:6-11; 13:10-16; 14:1-6)? ¿Cómo se distin¬guen los trabajos permisibles en sábado y los que no lo son?
III. Hacer: Descubrir el significado y las bendiciones del sábado.
A. ¿Qué distingue al sábado como una doctrina del sábado como una experiencia? ¿Por qué es necesario que apreciemos ambos aspectos?
B. ¿Cómo podemos guardar el sábado como lo observó Jesús? ¿De qué modo la declaración de Jesús "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15) demanda de nosotros la observancia del sábado? ¿Cuál es la relación entre amar a Dios y guardar el sábado como santo?
Resumen: Si Jesús, el Creador y Redentor, el que inauguró el primer sábado al descansar de toda su obra (Gén. 2:2), hizo de la observancia del sábado su costumbre cuando estuvo sobre la Tierra (Luc. 4:16), ¿deberíamos nosotros, como sus seguidores, hacer menos? -
Texto destacado: Lucas 4:16-19.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: La observancia fiel del sábado -no como una rutina religiosa sino por lealtad y obediencia a Jesús, nuestro Creador y Redentor- abre para nosotros bendiciones que no pueden minimizarse. Tales bendiciones preparan nuestra vida para un discipulado au¬téntico ahora, y para soportar las pruebas que nos esperan en el tiempo del fin.
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: "El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad; pues es el punto especialmente controvertido. Cuando esta piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se trazará la línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no lo sirven. [...] La observancia del verdadero día de reposo (sábado), en obediencia a la Ley de Dios, será señal evidente de la lealtad al Creador" (CS 663). Recuerda esto y la perspectiva de la observancia del sábado en el tiempo del fin, al enseñar la lección.
DIÁLOGO INICIAL: La observancia del sábado es un recordativo de que no somos nuestros. Somos de Dios. Él nos creó, nos redimió, nos sostiene. El mandamiento "Acuérdate de guardar el sábado como santo" es una invitación al compañerismo con nuestro Creador-Redentor. ¿Qué significa para ti que el sábado sea la prueba de lealtad en el tiempo del fin?
{ 2: ¡Explora! }
Solo para los maestros:
¿Por qué guardamos el sábado desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado, cuando el resto del mundo cristiano guarda el domingo? Entre las respuestas bíblicas que se podrían dar, tal vez la más poderosa sea que el Señor mismo guardó el sábado, y que no hay ninguna evidencia o ejemplo en el Nuevo Testamento de la observancia de ningún otro día como sagrado. Esta semana veamos la relación de Jesús con el sábado: su señorío, su ejemplo y su observancia.
Comentario de la Biblia
I. Cristo, el Señor del sábado
(Repasa, con tu clase, Luc. 6:5.)
Ciclo de aprendizaje
"Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Juan 1:3). Así escribió Juan para que los cristianos en los siglos futuros nunca olvidaran que Jesucristo es el Creador del universo.
Confesar a Cristo como el Creador demanda que aceptemos su señorío sobre todas las cosas que fueron hechas "en el principio" (Gén. 1:1), incluyendo el sábado (Gén. 2:1-3). Así que, cuando Jesús declara que "el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo [sábado]" (Luc. 6:5; comparar con Mar. 2:27, 28), él afirma que el sábado es su día especialmente designado desde la Creación (Éxo. 20:8-11; Isa. 58:13, 14). Es un día para el descanso, para la adoración, una "catedral en el tiempo" como lo notó Abraham Heschel.
Jesús reclama su señorío sobre ese día, y nos invita a ir a su "catedral", y recibir sus bendiciones y gozo. Es para nuestro regocijo, y no tenemos que hacer de este día una carga, o presumir que podemos transferir su carácter sagrado a otro día. El Señor es uno, y también lo es su día.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
Apocalipsis 1:10 habla del "día del Señor". La mayoría de los cristianos dice que se refiere al domingo, el primer día de la semana, día en que Jesús resucitó de los muertos. ¿Por qué esta posición es incorrecta? Y ¿por qué es importante qué día guardamos como santo?
II. Cristo y la observancia del sábado
(Repasa, con tu clase, Luc. 416-20.)
"Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo [sábado] entró en la sinagoga, conforme a su costumbre" (Luc. 4:16). Al ir a la sinagoga el sábado, Jesús subrayó la necesidad de tener un tiempo especial para el compañerismo.
Algunos sugieren que la venida de Jesús nos liberó de la obligación del cuarto Mandamiento.
Nada podría estar más lejos de la verdad. Lucas usa la palabra "costumbre" no para destacar la naturaleza rutinaria de la observancia del sábado, sino para afirmar que Jesús reconocía el sábado como el tiempo de comunidad con Dios y que él lo practicaba como tal. Su ejemplo reconoce que el sábado es el tiempo especial de Dios para un compañerismo especial con su pueblo. La entrada de Jesús en la historia no produjo una diferencia en este tiempo especial, puesto aparte en la Creación, reconocido como un monumento recordatorio del acto liberador de Dios en la historia (ver Deut. 5:6), y codificado en el Sinaí. Por su ejemplo, Jesús santificó la observancia del sábado y mostró el significado original de ella.
¿Cuál es el propósito del sábado? Es un tiempo para la adoración y el culto, cuando la comunidad de la fe se reúne para hablar el lenguaje de la alabanza. En ese hablar juntos, la comunidad de la fe asegura la continuidad de la fe. Nada debería desviar ese propósito. La naturaleza malvada de Nazaret, la hipocresía de los líderes de la comunidad, la indiferencia del pueblo, o aun la falta de preparación de los individuos para afrontar la majestuosa presencia de Dios, no eran excusa para no ir al templo de Dios, ni entonces, ni ahora. Dios está allí, y el sábado es su espacio en el tiempo, en el que invita a los pecadores a buscar su gracia perdonadora, y exhorta a los santos a reconocer la fuente de su ser, de su fortaleza y de su esperanza.
ACTIVIDAD PARA DIALOGAR:
Como un gentil que escribe a los gentiles, Lucas informa en su Evangelio que Jesús guardó el sábado como una práctica regular, implicando que los cristianos deberían hacer lo mismo. Analiza las referencias de Lucas acerca de Pablo y los primeros creyentes que observaban el sábado, y lo que eso significa para los cristianos actuales (Hech. 13:14, 42, 44; 16:13; 17:2; 18:4).
III. La observancia del sábado: Cristo muestra el camino
(Repasa, con tu clase, Luc. 6:1-11; 13:10-16.)
Muchas prácticas, clarificaciones y estipulaciones con respecto a la ob¬servancia del sábado, que se desarrollaron a lo largo de los siglos mediante la tradición oral, comprometieron el carácter alegre del sábado (Isa. 58:13) e hicieron de este día una carga. Cuando Jesús comenzó su ministerio, mostró que estaba en desacuerdo con tales tradiciones. Jesús proclamó que él no vino para "anular la ley o los profetas" (Mat. 5:17, NVI), pero los fariseos lo acusaron varias veces de violar el sábado. Lucas registra por lo menos tres curaciones hechas en sábado (Luc. 6:6-11; 13:10-16; 14:1-6), que fueron señaladas por los fariseos como violaciones del sábado. La respuesta de Jesús en cada caso es consistente con el significado del sábado: dar gloria a Dios y efectuar un ministerio integral en su nombre. Los milagros de Jesús, fueran en sábado o en otros días, mostraban el verdadero propósito de su venida: restaurar y redimir vidas. La obsesión farisaica era legalismo; la actitud de Jesús era gracia en acción.
Elena de White muestra nuestra obligación moral de aliviar el sufrimiento y atender a los que están en necesidad en el sábado: "Dios no podía detener su mano por un momento, o el hombre desmayaría y moriría. Y el hombre también tiene una obra que cumplir en sábado: atender las necesidades de la vida, cuidar a los enfermos, proveer a los menesterosos. No será tenido por inocente quien descuide el alivio del sufrimiento en ese día. El santo día de reposo de Dios fue hecho para el hombre, y las obras de misericordia están en perfecta armonía con su propósito. Dios no desea que sus criaturas sufran una hora de dolor que pueda ser aliviada en sábado o en cualquier otro día" (DTG 177).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR: 1. ¿Cuáles son las intenciones de Dios para el sábado en nuestra vida? 2. ¿Cómo muestran las curaciones milagrosas de Jesús el verdadero pro-pósito de su venida y del sábado?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: Jesús sanó en sábado a un hombre que sufría de hidropesía (Luc. 14:1-6). Anticipando las objeciones de quienes lo vigilaban de cerca, Jesús planteó dos preguntas: primera, con respecto al propósito de la Ley ("¿Es lícito sanar en el día de reposo?" [vers. 3]); segundo, con respecto al valor de un ser humano ("¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?" [vers. 5]). Reflexiona en la clase sobre la importancia de este incidente acerca del verdadero significado de la observancia del sábado.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
El propósito final del sábado es recordar al Creador y glorificarlo. ¿Cómo se cumplió este propósito al sanar al hombre hidrópico? ¿De qué modo el milagro y los comentarios de Jesús reflejan el valor infinito de la vida humana?
PREGUNTAS DE APLICACIÓN:
El Señor del sábado nunca quebrantaría el día que él mismo designó como su día santo. Pero destrozó los interminables escrúpulos fabricados por el hom¬bre, que el sistema judío había agregado a la Ley y al sábado. Lee Testimonios para la iglesia, tomo 6, páginas 351 a 368, y luego reflexiona en la clase sobre las siguientes preguntas: ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra observancia del sábado? ¿Cuáles son las tradiciones humanas (si las hay) que debes abandonar para observar mejor el sábado?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros:
Lean Lucas 4:18 y 19, antes de hacer la siguiente actividad en la clase.
ACTIVIDAD EN LA CLASE:
Lucas 4:18 y 19, enumera seis aspectos importantes del mensaje mesiánico y la misión de Jesús que él se aplicó a sí mismo. Pide que la clase identifique los seis aspectos y, si es posible, que los anoten. Luego dialoguen acerca de cómo cada uno de esos puntos se relaciona con el sábado y su observancia.
Lección 6:
Texto clave: Gálatas 3:26-28.
Enseña a tu clase a:
Saber reconocer que Jesús trató a las mujeres con dignidad e igualdad.
Sentir y aceptar que los hombres y las mujeres son iguales en el compañerismo cristiano.
Hacer: Aceptar y practicar un trato adecuado con el sexo opuesto.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Cómo se relacionó Jesús con las mujeres en su ministerio.
A. ¿Por qué crees que Lucas, más que cualquier otro Evangelio, enfatiza los roles afirmativos que desempeñaron las mujeres en el ministerio de Jesús? Considera, por ejemplo, Lucas 2:36 al 38; 8:1 al 3; y 10:38 al 42.
B. Lucas 24:1 al 11 cuenta que la resurrección de Cristo fue revelada primero a las mujeres, y que ellas fueron las primeras en llevar a otros las buenas nuevas. ¿Qué nos dice esto del rol que desempeñaron las mujeres en la proclamación del evangelio?
II. Sentir: Las mujeres tienen funciones que desempeñar en el ministerio de Cristo.
A. De la respuesta de María al oír que ella sería la madre del niño Jesús (Luc. 1:28-38) y de su canto de consagración propia (vers. 41-55), ¿qué lecciones se pueden aprender acerca de la importancia de las mujeres en el ministerio?
B. ¿Cómo puedes servir mejor a los pobres e indefensos en tu iglesia, después de leer la interacción de Jesús con esas personas (Luc. 18:1¬8; 21:1-4)?
III. Hacer: Aceptar y practicar el trato apropiado con el sexo opuesto
A. Todos los feligreses -hombres y mujeres- tienen una función que realizar en el plan y la misión de Dios. ¿Cuáles son esas funciones o roles?
B. La cultura a menudo transmite, de generación en generación, la desigualdad entre hombres y mujeres. ¿Cómo puedes, como cristiano, sobreponerte a las presiones de la cultura? ¿Puedes dar algunos ejemplos bíblicos en los cuales se las venció?
Texto destacado: Lucas 7:36-50.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: De todas las consecuencias del pecado, ninguna es tan destructora para las relaciones humanas como el pecado de la división entre las personas, sea por su sexo, raza, color o nación. Tanto la Creación (Gén. 1:26, 27) como la Redención (Juan 3:16) proclaman la unidad de la humanidad.
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: Dirige el estudio respetando la diversidad de opiniones, y refuerza el principio de que no importan nuestras diferencias; deberíamos mirar a Jesús como nuestro modelo para nuestras relaciones con los demás, especialmente en áreas de conflictos sobre raza, sexo, color o credo.
DIÁLOGO INICIAL: La iglesia cristiana tiene una norma elevada para alcanzar: unidad y dignidad basadas en un Dios, un Señor, un Espíritu, y una fe. A la luz de esta confesión de fe, ¿pueden justificarse las tensiones raciales, la desigualdad entre hombres y mujeres, o los prejuicios de cas¬tas, en cualquier situación o dentro de la iglesia? ¿Por qué sí o por qué no?
{ 2: ¡Explora! }
• Solo para los maestros: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó" (Gén. 1:27). A partir de esa afirmación inicial de la creación del hombre y la mujer, las Escrituras sostienen la dignidad de todos los seres humanos. Esta igualdad y dignidad del hombre y la mujer predominan en el Nuevo Testamento, especialmente en las enseñanzas y el ministerio de Jesús. En esta lección nos concentramos en el rol que las mujeres desempeñaron en el ministerio de Jesús, y cómo el Señor se relacionó con ellas con gracia y dignidad. Comienza describiendo cómo las mujeres respondieron al nacimiento de Jesús, y luego repasa cómo Jesús ministró a las mujeres. Finalmente, enfoca cómo las mujeres fueron elegidas para ser las primeras anunciadoras de la Resurrección.
Resumen: Pablo, después de su conversión, descubrió que en Cristo no hay judíos ni gentiles, hombres o mujeres, libres o esclavos. Lucas rastrea estas enseñanzas y prácticas hasta Jesús mismo. ¿Cómo podrían las mujeres reflejar a Jesús en nuestra iglesia local?
Ciclo de aprendizaje
Comentario de la Biblia
I. Las mujeres y el niño Jesús
(Repasa, con tu clase, Luc. 1:41-56; 2:36-38.)
De los cuatro evangelios, solo Lucas proporciona con tanto detalle el asom¬bro y el respeto con los que tres mujeres dieron la bienvenida al Salvador que nacería. Lucas enfatiza cómo Dios escogió a tres mujeres para llevar la alegre noticia del Mesías, y esto muestra la dignidad que el Nuevo Testamento le asigna a la mujer. María. "Favorecida" y "bendita" (Luc. 1:28), María fue elegida divinamente no solo para ser la madre de Jesús, sino también la primera en proclamar la misión del Mesías. El glorioso Magníficat de María predice cuatro revoluciones que Jesús produciría en la historia: una revolución espiritual que otorgaría las tiernas misericordia y gracia de Dios a todos los que lo temieran (Luc. 1:46-50); una revolución moral que revelaría la fuerza de Dios (Luc. 1:51); una revolución social (vers. 51-54) que desafiaría a los orgullosos, quitaría de "los tronos a los poderosos", colmaría "a los hambrientos" y se ocuparía del orgullo de los ricos; y una revolución profética que establecería para siempre el reino prometido a Abraham (vers. 55). Una jovencita llegó a ser la cantante y portadora de la esperanza de los redimidos. Elisabet. Madre de uno que prepararía el camino para el Mesías, Elisabet descubre la mayor maravilla de todas: su prima María, una virgen, pronto sería la "madre de mi Señor" (vers. 43). Bajo el Espíritu Santo, Elisabet prorrumpe en un canto profético con tres bendiciones y dos confesiones (vers. 42-45). Considera cuán significativas son las palabras de esta mujer anciana, y encuentra sus bendiciones y confesiones. Ana. De 84 años de edad, viuda desde hacía mucho tiempo y pobre en bienes de este mundo, esta profetisa vivió con la esperanza de la promesa del Mesías, y hablaba cada día a quien la quisiera escuchar, en los atrios del Templo, de que la promesa nunca fallaría (Luc. 2:36-38). Esa fe firme e inconmovible fue recompensada cuando vio al recién nacido Jesús que había sido llevado al Templo. Ni la edad, el sexo o el estatus pueden borrar o empañar la gran esperanza de la venida del Salvador. Considera: ¿De qué modo María, Elisabet y Ana refuerzan la verdad de que todos los miembros de la iglesia tienen una función que desempeñar en el plan y la misión de Dios? ¿Qué puedes hacer para ayudar a tu iglesia a fomentar y utilizar el potencial de sus miembros, particularmente de aquellos que son de sectores descuidados y marginalizados del cuerpo de Cristo?
II. Jesús ministró a las mujeres
(Repasa, con tu clase, Luc. 7:36-50; 8:43-48.)
La mayoría de los personajes que desfilan en la narración bíblica y la proclamación profética son varones, y esto ha llevado a muchos a acusar a la Biblia de ser un libro orientado hacia la dominación masculina; no obstante, ningún otro texto religioso en el mundo ha hecho tanto para liberar a las mujeres y para proclamar su dignidad como lo hace la Palabra de Dios. Aunque el Antiguo Testamento está lleno de testimonios de mujeres en el ministerio y el liderazgo (Sara, Miriam, Rut, Noemí, Ester, Débora, por nombrar a unas pocas), el Nuevo Testamento proclama que Cristo abolió el muro de sepa¬ración, y que en él no hay varón ni mujer, ni ninguna otra distinción divisiva (Gál. 3:28, 29; Efe. 2:14-22). Con ese trasfondo bíblico, es digno de ver que Lucas, más que cualquier otro evangelista, subraya la dignidad, el respeto y el honor que Jesús otorgó a las mujeres, e igualmente cómo Jesús dio la bienvenida al rol que desempeñaron las mujeres en su ministerio: todo esto en una época y en una sociedad muy negativas hacia la mujer. Nota algunos de estos casos: Las mujeres recibieron curación/resurrección de los muertos de parte de Jesús. De los quince milagros de curación que registra Lucas, cinco afectan la vida de mujeres (Luc. 4:38, 39; 7:11-17; 8:41-48, 49-56; 13:10-17). Las mujeres fueron aprendedoras, seguidoras y sostenedoras de Jesús (Luc. 10:38-42; 8:1-3). Las mujeres llegaron a ser ejemplos de oración persistente (Luc. 18:1-8) y de ofrendar con sacrificio (Luc. 21:1 -4). Las mujeres ministraron a Jesús en la cruz (Luc. 23:55, 56), y llegaron a ser las primeras testigos de la Resurrección (Luc. 24:1-11).
PARA DIALOGAR La autosuficiencia es la mayor enemiga de la salvación. Los fariseos se sentían autosuficientes y, por ello, creían que no necesitaban nada, incluyendo la gracia perdonadora de Dios. Contrasta esa perniciosa autosuficiencia con la humildad de la mujer que ungió los pies de Jesús, que sintió una necesidad interior absoluta, que buscó a Jesús con fe y gratitud, y que recibió de él estas preciosas palabras de seguridad: "Tu fe te ha salvado" (Luc. 7:50).
Considera: ¿Qué clase de fe tiene el poder de captar la atención de Jesús, de detenerlo en la calle principal, de darle curación a un cuerpo muy deteriora¬do y de dar propósito a un alma sin metas? (Luc. 8:43-48).
III. Las mujeres, las primeras proclamadoras
(Repasa, con tu clase, Luc. 24:1-7, 9-11; 22.)
Aunque Lucas registra varias mujeres que sirvieron a Jesús fielmente en su ministerio (Luc. 8:1-3; 10:38-42), es de importancia que las mujeres hayan sido las últimas en abandonar la cruz (Luc. 23:55, 56) y las primeras en testificar que la tumba estaba vacía al tercer día (Luc. 24:1-7). También fueron las primeras en proclamar las buenas noticias del Salvador resucitado (vers. 9-11). En una época y una comunidad donde las mujeres eran tenidas en muy baja Lección 6 // Material auxiliar para el maestro estima, el Cielo les otorgó el privilegio singular de ser las primeras en proclamar la resurrección de Jesús.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Por qué Dios eligió mujeres como las primeras testigos y proclamadoras de la Resurrección? (Ver Luc. 24:10-12.) 2. ¿De qué manera esa elección señala que Dios estaba asignando también a las mujeres una función que desempeñar en la difusión del evangelio?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: Lucas, como el primer historiador de la iglesia, notó con cuidado el rol que desempeñaron las mujeres no solo en el mi¬nisterio de Jesús sino también en el desarrollo de la iglesia primitiva. En Hechos, Lucas habla de Safira, Priscila, Drusila, Berenice, Tabita, Rode, Lidia y varias otras mujeres. Para Lucas, las buenas nuevas del evangelio son para los hombres y las mujeres por igual; y también lo es la proclamación y la difusión del evangelio.
PREGUNTA PARA REFLEXIONAR: De acuerdo con los evangelios y el libro de los Hechos, las mujeres tuvie¬ron un papel significativo en el ministerio y en la proclamación del evangelio. ¿Qué nos enseña esto acerca del valor que Dios asigna a las mujeres en su obra, entonces y ahora?
{ 4: ¿Crea! }
• Solo para los maestros: Jesús dijo amorosamente a la hija de Jairo, de doce años, que había fallecido: "¡Niña, levántate!" (Luc. 8:54, NVI). ¡Qué amor! Los niños son preciosos a la vista de Jesús. El abuso infantil, tan común en estos días, viola la inocencia de un niño y pone una carga de sufrimiento para toda la vida sobre las víctimas y también sobre los perpetradores. Es un pecado fatal.
ANÁLISIS: Muestra algunos recortes de noticias sobre casos de abuso infantil recientes. O pregunta a los miembros de tu clase si conocen casos de ese tipo. Luego, analicen: ¿cómo deberíamos reaccionar ante el abuso infantil si lo ves en la familia, en la iglesia, en la escuela, o en alguna otra parte?
Lección 7:
Texto clave: Lucas 11:9-11.
Enseña a tu clase a:
Saber que en la vida de Jesús y en su ministerio, él permaneció cerca del Espíritu Santo y llevó una vida de oración modelo.
Sentir cuán dependientes son del Espíritu Santo, y de la oración, al andar por el camino cristiano.
Hacer: Buscar la conducción del Espíritu, y "orar sin cesar".
Bosquejo de la lección:
I. Saber: La relación de Jesús con el Espíritu Santo y la oración.
A. ¿Cómo consideró Jesús al Espíritu Santo? ¿Cuán necesario fue para él, al ser divino, depender tanto de la conducción del Espíritu?
B. ¿Qué función desempeñó la oración en el ministerio de Jesús?
C. ¿Qué enseñó Jesús con respecto a la oración?
II. Sentir: Dependencia del Espíritu Santo y la oración.
A. ¿Cómo podemos nosotros recibir el poder del Espíritu Santo? ¿Cómo reflejan nuestras acciones y caracteres nuestra cercanía al Espíritu?
B. ¿Por qué la oración es importante en nuestra vida? ¿Qué revela esto acerca de nuestra conexión con Dios?
C. ¿Qué podemos aprender de la vida de oración de Jesús? ¿Cómo nos capacita la oración para pelear las batallas de la vida?
III. Hacer: Buscar al Espíritu, y vivir una vida llena de oración.
A. ¿Qué seguridad tenemos de tener una vida controlada por el Espíritu?
B. ¿Qué significa "orad sin cesar", y cómo manifestamos este principio en nuestra vida?
Resumen: La fe y la vida cristianas nacen y se alimentan por el Espíritu Santo, y es esencial que esta vida sea sostenida por medio de un vínculo incesante de oración de alabanza, gratitud, intercesión y dependencia de Dios.
Ciclo de aprendizaje Texto destacado: Lucas 3:16; 4:1; 6:12, 13; 22:39-46. -
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: La estrecha relación de Jesús con el Espíritu Santo nos da el secreto de una vida exitosa de fe. Y esta vida puede ser manteni¬da, desarrollada y santificada por la gloria de Dios si seguimos lo que hizo Jesús: tener un vínculo permanente con Dios mediante la oración. Jesús vivió una vida victoriosa por medio de este vínculo con el Espíritu y mediante su dependencia de su Padre por medio de la oración. También podemos lograrlo nosotros.
DIÁLOGO INICIAL:
Jesús es la segunda Persona de la Deidad. Él es Dios. Como joven, era plenamente consciente de esto. ¿Por qué, entonces, le fue necesario esperar hasta el descenso del Espíritu Santo, en ocasión de su bautismo, antes de que pudiera comenzar su ministerio? ¿Por qué fue necesa¬rio que Cristo buscara la voluntad de Dios mediante la oración durante todo su ministerio y aun hasta sus días finales?
{ 2: ¡Explora! }
• Solo para los maestros: "La oración de Cristo [en su bautismo] en favor de la humanidad perdida se abrió camino a través de todas las sombras que Satanás había proyectado entre el hombre y Dios, y dejó un claro canal de comunicaciones hasta el mismo Trono de la gloria. Las puertas fueron dejadas entreabiertas, los cielos fueron abiertos y el Espíritu de Dios -en forma de una paloma- circundó la cabeza de Cristo y se oyó la voz de Dios que decía: 'Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia' ".-"Comentarios de Elena G. de White", CBA 5:1.054. La oración y el Espíritu Santo fueron la fuente de la fortale¬za de Cristo al luchar contra cada obstáculo que Satanás puso en su camino. Al estudiar esta lección, concentra a la clase en Jesús y el Espíritu, en Jesús y su vida de oración, y en Jesús y nuestra vida de oración. Concepto clave para el crecimiento espiritual: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. [...] Pues [...] habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!" (Rom. 8:14, 15). Así como el Espíritu Santo y la oración desempeñaron un papel clave en la vida terrenal de Jesús -desde la concepción hasta las tentaciones en el desierto, desde el Getsemaní hasta la cruz-, también debería suceder con nosotros. Un caminar con el Espíritu Santo y una cercanía a él, con una fe inconmovible en el poder de la oración, pueden asegurarnos creci¬miento y desarrollo espirituales, y finalmente la recompensa.
Comentario de la Biblia
I. Jesús y el Espíritu Santo
(Repasa, con tu clase, Luc. 414-18.)
Los cuatro evangelios registran el descenso del Espíritu Santo sobre Jesús en ocasión de su bautismo (Mat. 3:16; Mar. 1:10; Luc. 3:22; Juan 1:32), y este vínculo había de durar toda su vida. Armado con el poder del Espíritu, Jesús afrontó los ataques de Satanás en el desierto y triunfó sobre sus estratagemas para desviarlo de su misión y hacerlo dudar de su lugar en la Deidad (Luc. 4:1 -13). La proximidad de Cristo con el Espíritu en el desierto nos enseña dos verda¬des importantes: las tres Personas de la Deidad están conectadas por un lazo eterno en relación con la derrota de Satanás y la salvación de la humanidad. Segundo, la vida humana misma puede ser victoriosa y dedicada a Dios solo si conocemos, obedecemos y practicamos la Palabra de Dios inspirados por el Espíritu. Esto es cierto ya sea que tengamos hambre o pobreza, o estemos atraídos por las tentaciones que el mundo ofrece, o aun en medio de las pruebas de la veracidad de las promesas de Dios. Una vida de obediencia por el Espíritu es una vida vinculada a Cristo y, por ello, victoriosa. Además, el vínculo entre Cristo y el Espíritu resultó claro en Nazaret, donde Cristo afirmó: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres" (Luc. 4:18). Esta predicación involucraba la transmisión del evangelio en todas sus dimensiones: redención del pecado, curación de los enfermos, restauración de los quebrantados, proclamación de la libertad a los cautivos, apertura de los ojos de los ciegos y resurrección de los muertos (Luc. 4:18, 33-35; 8:29, 51-56).
PREGUNTA PARA DIALOGAR: Vivir en Jesús es vivir en el Espíritu (ver Rom. 8:14). ¿Cuáles son las impli¬caciones de esta afirmación?
II. Jesús y su vida de oración
(Repasa, con tu clase, Luc. 3:21; 22:39-46.)
El primer acto de Jesús después de su bautismo fue estar solo en oración y comunión con su Padre. Necesitaba tiempo para considerar el sendero que lo esperaba. Podía ver la Cruz a la distancia, pero esa distancia no debía disminuir su visión ni arruinar el propósito por el que había venido. Así, por cuarenta días permitió que su alma luchase, se estabilizara y se fortaleciera. Un alma en comunión con Dios es un desafío para el diablo. La victoria de Cristo en el conflicto con Satanás muestra cuán estrecha e íntima era su relación con el Padre (Luc. 4:1, 2). Aunque el sentido de misión mantenía centrada su dirección, la dependencia de la Palabra de Dios y la comu¬nicación continua con él por medio de la oración permitieron a Jesús mantener alejado al Maligno. Su relación personal y continua con el Padre lo sostuvo en cada batalla de su vida. Como humano, Jesús usó el poder de la oración para mantenerse conectado con la Fuente de energía del cielo
De este modo, antes de la elección de los Doce, la transfiguración, la ba¬talla en el Getsemaní, o la muerte en la cruz (Luc. 6:12, 13; 9:28-36; 22:39-46; 23:46), Jesús se volvió a la oración para tener fuerzas, dirección y conducción de su Padre. "Como hombre, suplicaba al Trono de Dios, hasta que su huma¬nidad se cargaba de una corriente celestial que conectaba a la humanidad con la divinidad. Por medio de la comunión continua, recibía vida de Dios a fin de impartirla al mundo" (DTG 330).
III. Jesús y nuestra vida de oración
Por su enseñanza y por su ejemplo, Jesús esperaba que sus discípulos tuvieran una vida de oración si habían de gustar la bondad de Dios, ser participantes de su misión y tener éxito en la lucha diaria contra los engaños de Satanás.
¿Qué clase de vida de oración debemos tener nosotros? El Evangelio de Lucas registra que Jesús nos dio algunos principios generales sobre la oración, una oración modelo y algunas cualidades que deben caracterizar la oración.
Principios generales que deben guiar la oración de un cristiano:
Orar por sus enemigos (Luc. 6:28);
orar por la obra mundial de Dios (Luc. 10:2);
orar pidiendo coraje espiritual (Luc. 18:1);
orar con confesión y humildad (vers. 10-14);
orar siempre (Luc. 21:36);
orar para no caer en la tentación (Luc. 22:40, 46).
La oración modelo (Luc. 11:1-4):
El Padrenuestro reconoce la centralidad de Dios. Una oración debe comenzar allí; de otro modo, deja de serlo. La oración también toma nota de nosotros: somos el otro extremo de la cadena vinculante de la oración. Por un lado, reconocemos la supremacía de Dios, la prioridad de su Reino y la perpetuidad de su voluntad. Por el otro, rogamos por nuestro sustento, por poder para vencer las vueltas de la vida y para vivir más allá de lo desconocido y no probado. Nuestros pasado, presente y futuro están bajo la vigilancia y la promesa de un Dios que nunca falla.
Cualidades que deben caracterizar la vida de oración: Siguiendo el modelo del Getsemaní, nuestras oraciones deben tener, en su núcleo central: "No mi voluntad, sino la tuya". Cuando eso sucede, la oración es significativa: acción de gracias, dependencia continua de Dios, persistencia, penitencia, humildad, etc. (Luc. 11:5-8; 18:9-14).
PREGUNTA PARA DIALOGAR:
"No te dejaré, si no me bendices" (Gén. 32:26). Ese es un buen ejemplo de oración importuna. ¿Qué otros ejemplos podrías dar?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: La vinculación que hace Lucas de Jesús con el Espíritu Santo no termina con los evangelios. En el libro de los Hechos, el segundo tomo de la historia de la iglesia cristiana (el primero es el Evangelio de Lucas), notamos la dinámica persuasiva del Espíritu Santo en la vida de la comunidad cristiana, su misión y sus ministros. En realidad, solo Lucas registra la instrucción dada después de la Resurrección de que sus discípulos debían quedar en Jerusalén hasta que fueran "investidos de poder desde lo alto" (Luc. 24:49) como una condición para ir hasta los confines de la Tierra con el mensaje del Salvador crucificado y resucitado.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
1. ¿Por qué Lucas comienza el libro de los Hechos repitiendo la promesa del Espíritu Santo (Hech. 1:7, 8) que hizo Jesús, y luego el cumplimiento de la promesa en Pentecostés mientras los apóstoles estaban continuamente en oración (Hech. 2)?
2. ¿Cómo se combinan el Espíritu y la oración para lanzar el mayor movi¬miento sobre la Tierra: la iglesia de nuestro Dios eterno? ¿Qué logro maravilloso es posible y necesario hoy?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: Lucas registra que Jesús estaba constante¬mente en oración, y esto es cierto antes de las crisis o los eventos más importantes en su ministerio, tales como las tentaciones en el desierto (Luc. 4:1-3), la elección de los Doce (6:12, 13) y Getsemaní (22:39-46). Pide a tu clase que imagine situa¬ciones de crisis posibles, invitándolos a compartir cómo orarían y qué conducción bíblica buscarían. Algunas de estas crisis o eventos podrían incluir:
Pérdida del trabajo Salmo 23
Un ser amado sufre de cáncer
Infidelidad del cónyuge
Casamiento de un hijo o una hija
Lección 8:
Texto clave: Lucas 19:10.
Enseña a tu clase a:
Saber y comprender qué significa buscar y salvar.
Sentir y comprender cómo el buscar y el salvar la afectan personalmente.
Hacer: Realizar la función que Dios le ha asignado a cada uno en el proceso de buscar y salvar.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: El significado de buscar y salvar.
A. Antes de que sepamos el significado de "buscar y salvar", debemos conocer la respuesta a las siguientes preguntas: ¿Quién está perdido? ¿De dónde hemos caído? ¿Cuán profunda es la caída? ¿Cuán imposible es recuperarnos de la caída?
B. ¿Qué podemos aprender acerca de estar perdido con las parábolas de la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo perdido?
C. ¿Cómo se logra la restauración de cada uno que se ha perdido? ¿De qué modo cada restauración simboliza la misión de búsqueda y salvación de Jesús?
II. Sentir: ¿De qué forma el buscar y salvar nos afecta a nosotros?
A. Con Jesús, el Buscador y Salvador, ¿qué principio ilustra cada una de las tres parábolas?
B. ¿Qué emociones se describen en la parábola del hijo perdido cuando se reúne con el padre, y qué lecciones aprendemos acerca del amor de Dios?
C. Perdido y hallado son estados opuestos en la vida de una persona. ¿Qué condiciones mentales, emocionales y espirituales tiene cada es¬tado, y qué función tienen Satanás y Cristo?
III. Hacer: ¿Qué haremos en el proceso de búsqueda que hace Dios?
A. ¿Contribuimos de alguna manera a la misión salvadora de Dios? ¿Cuál es el costo para nosotros?
B. ¿Cómo hemos de responder, en contra de la atracción del mundo, a la misión de Jesús, que vino a buscarnos y a salvarnos? -
Ciclo de aprendizaje
Texto destacado: Lucas 15:18, 19.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: "Levantaos e id a vuestro Padre. Él os saldrá al encuentro muy lejos. Si dais, arrepentidos, un solo paso hacia él, se apresurará a rodearos con sus brazos de amor infinito. [...] Nunca se ofrece una oración, aun balbuceada; nunca se derrama una lá grima, aun en secreto; nunca se acaricia un deseo sincero, por débil que sea, de llegar a Dios, sin que el Espíritu de Dios vaya a su encuentro. Aun antes de que la oración sea pronunciada, o el anhelo del corazón sea dado a conocer, la gracia de Cristo sale al encuentro de la gracia que está obrando en el alma humana" (PVGM 162).
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: "Perdido". Esta palabra describe el dolor de la vida y la historia humanas. Apartarse del rebaño, por descuido del dueño, o por elección rebelde: cualquiera que sea la razón, el estar perdido pronuncia su propio veredicto de miseria y condenación, a menos que el perdido se entregue voluntariamente al Buscador, al buen Pastor, al dueño de casa, o al Padre amante. El perdido descubrirá el gozo cuando se entrega al poder de "permanecer". ¿Per manecer en quién? Una buena pregunta para comenzar el diálogo.
DIÁLOGO INICIAL: La moneda perdida, la oveja perdida, el hijo perdido. ¿Cuáles son las diferencias en cada caso? ¿Cuál es el más lamentable? ¿Por qué las dos primeras parábolas hablan de un buscador, pero no la última?
{ 2: ¡Explora! }
• Solo para los maestros: "Perdido fui, me rescató; fui ciego, me hizo ver". Cuán a menudo hemos cantado este verso del himno "Sublime gracia". Estar "perdido" es una tragedia de toda la humanidad porque "todos pecaron" (Rom. 3:23). "Hallado" es un privilegio igualmente universal pero necesita captarse por fe, y aferrarse al abrazo del Hallador celestial. En esta lección hay varias clases de "estar perdido", pero comentaremos solo tres: el hijo perdido, las oportunidades perdidas y dos hombres ciegos. Resumen: La misión de Jesús es resultado del amor y la gracia de Dios. "Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia" (Rom. 5:20), y por medio de esta gracia nos encontramos salvados.
Comentario de la Biblia
I. El hijo perdido
(Repasa, con tu clase, Lucas 15:11-32.)
"Perdido" es una situación patética de la humanidad causada por poner en el trono al yo en lugar de Dios. Nunca fue parte del plan de Dios. " Perdido" involucra a quienes eligieron abandonar el amor del Padre en favor de un país lejano donde la fama, la atracción de placeres pecaminosos, la búsqueda egoísta, y el abandono del juicio y la responsabilidad, se unen para reducir al mínimo la diferencia entre un humano y los cerdos. Nota la descripción del Padre en la parábola.
Primero, espera. No fuerza al hijo a regresar. El amor del Padre es para quienes lo eligen y lo aceptan. Dios nunca fuerza la voluntad de una persona; nadie puede ser redimido si se le quita el poder de elegir.
Segundo, el Padre restaura al pródigo sin ninguna condición: no se piden reparaciones, ni se pronuncia sobre él ningún juicio. El perdón, la restauración, la aceptación, el regocijo, el anillo, los zapatos, el manto: todo muestra el gozo de Dios por el regreso del pródigo.
Tercero, el Padre lo vio "cuando aún estaba lejos" (Luc. 15:20). La distancia no puede mantener al hijo pródigo lejos de los ojos buscadores del Padre, pues el regreso al hogar toma en cuenta que "en el monte Calvario estaba una cruz". La Cruz asegura que ningún hijo que regrese permanece perdido.
Considera: La rebelión está gobernada por la gramática del "Yo" (ver Isa. 14:12-14). "Yo" es el sujeto, "yo" es el verbo, "yo" es el objeto: en resumen, "Yo" es la frase de la vida. Así, el hijo menor rebelde le exige al padre: "Dame. Quiero ser yo". Cuando el yo demanda ser el comienzo, centro y destino, elige rechazar el hogar y llegar a ser una criatura en una provincia apartada.
II. Oportunidades perdidas
(Repasa, con tu clase, Luc. 16:19-31.)
La parábola del rico y Lázaro no es teología abstracta. Es una declaración poderosa acerca de vivir responsablemente en una sociedad irresponsable; acerca de la falta de significado del lujo en medio de la pobreza más abyecta; acerca de la humillación que da el Cielo a los orgullosos, y el abrazo de Dios a los rechazados, a los solitarios y al alma marginada llamada Lázaro (que sig¬nifica "Dios es mi ayudador"). Si Dios es nuestro ayudador, ni los banquetes del rico ni los perros que lamen las heridas pueden mantenernos alejados del gran abrazo de Dios. El ajuste final de cuentas de la eternidad no toma en cuenta tu abultada cuenta bancaria, ni lo grande de la casa en que viviste, ni cuántos sirvientes respondían a tus caprichos. Todas las medidas mundanas de éxito se desvane¬cen, y la escala divina pesa a cada alma con el vocabulario divino: amor, gracia, extenderse a los más pequeños, sembrar las semillas con lágrimas y volver con la cosecha de gozo. Eso es teología: el amor abraza a los Lázaros de la vida, y los lleva al seno de Abraham. Y esa teología tiene un segundo punto: ahora es el día de salvación; y des¬pués de eso, la muerte. No hay segunda oportunidad. Por tanto, decide hoy. Decide por Dios.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. El rico clama por misericordia (Luc 16:24), pero la misericordia no está disponible. ¿Por qué?
2. ¿Qué quiere decir Lucas 16:26 con una gran sima?
3. ¿Por qué el escuchar a "Moisés y los profetas" (Luc. 16:31) es tan decisivo en la recompensa eterna? (Comparar con Juan 5:38-40.)
III. Dos hombres ciegos
(Repasa, con tu clase, Luc. 18:35-19:8.)
En la semana anterior a la Cruz, Jesús se encontró con dos ciegos: uno en las afueras de Jericó, vestido de harapos, con una estera gastada y un tazón para pedir limosna. Ciego e impotente, Bartimeo (Mar. 10:46) esperaba el día de estar libre de su aflicción. La liberación vino, pero no en la forma de la muerte, sino en las buenas noticias que había escuchado de que Jesús pasaba por allí. Bartimeo había oído de los milagros de Jesús. Sabía de su poder y quién era, y que se interesaba en otros. Bartimeo estalla en una confesión mesiánica, el clamor de un alma perdida: "¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!" (Luc. 18:38). Aunque era ciego, su visión espiritual estaba a tono con las realidades celestiales. Su descubrimiento mesiánico era suficiente para abrir sus ojos y contemplar a Jesús. ¿Qué descubrimiento estás esperando tú? El segundo hombre era espiritualmente ciego, y vivía dentro de Jericó: el jefe de los publicanos. Vivía ignorando la diferencia entre el bien y el mal, entre los impuestos y el pillaje, los impulsos de la carne y las obligaciones del espíritu, los despojos de hoy y el ajuste de cuentas de mañana. Para él, la eternidad no tenía sentido, y la justicia no era relevante. Él también había oído de Jesús, y estaba ansioso de ver a este hombre obrador de maravillas. Podría haber visto a Jesús -cara a cara- en el lugar del pago del tributo a la entrada de Jericó. ¿Tenía miedo de sus fallas morales, su explotación social de otros para su propia ganancia y su bancarrota espiritual? Lucas no sugiere nada de eso; solo dice que era bajo y buscó la ayuda de un árbol para compensar su falta de altura. Pero los ojos de Jesús pueden en¬contrar al pecador en cualquier lugar, y el Salvador vio la necesidad de Zaqueo. De inmediato ofreció llenar el vacío de su alma, y le dijo que descendiera del árbol para ir a su hogar. Allí, el autoinvitado Huésped le dio al dueño de casa la mejor comida: el pan de vida. Jesús hizo que este ciego espiritual pudiera ver. Tener a Jesús en el hogar y en el corazón es mejor que ser el hombre más rico. Zaqueo encontró su salvación. Un encuentro con el Cristo viviente abre nuestros ojos, sana nuestros co¬razones heridos, provee paz para nuestras almas y nos asegura la vida eterna.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Lucas 18:40 al 43 provee una secuencia de la ceguera al discipulado: sentir su propia necesidad, creer en el poder de la oración, reconocer a Jesús, expe¬rimentar fe, alegrarse y seguir a Jesús. ¿Por qué son importantes estos pasos?
2. Repasa cómo Zaqueo le dio significado a su arrepentimiento (Luc. 19:8). ¿Puedes recordar un caso en tu vida en el que tal vez tuviste un cambio como el de Zaqueo? ¿Por qué la salvación nunca es completa hasta que el arrepen¬timiento y la restitución ocupan su lugar?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: Lucas da una razón asombrosa por la que Jesús cuenta las tres parábolas de lo perdido y hallado: era la respuesta a las críti¬cas de los fariseos porque Jesús comía y se asociaba con publicanos (cobradores de impuestos) y pecadores (Luc. 15:1-3). Las parábolas afirman su misión de que para salvar a un perdido vale la pena cualquier sacrificio, y el hacerlo produce gozo a Dios. Recordando esto, lee Lucas 15:4 al 7 (la oveja perdida) y considera las siguientes preguntas:
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
1. Noventa y nueve contra una. ¿Por qué uno solo es importante para Dios?
2. "Perdida". ¿Cómo se perdió la oveja?
3. "Va tras". ¿Cuán orientado hacia la búsqueda es el amor de Dios?
4. "Hasta". ¿Hasta qué extremo va el Buscador?
5. "Gozaos". ¿Por qué salvar siquiera a uno es un evento tan gozoso?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: Jesús le preguntó a Bartimeo: "¿Qué quieres que te haga?" (Luc. 18:41). Qué pregunta seductora y preocupada, típica del Salvador. Él es nuestro Creador, nuestro Redentor, nuestro Capacitador. Todas las cosas son posibles en él y por medio de él.
PREGUNTA DE APLICACIÓN:
Pregunta a la clase: ¿Qué le pedirías a Jesús que hiciera hoy por ti? Anima a cada uno a hacer una breve lista de tres o cuatro necesidades importantes que tienen, y compártelas con la clase.
Lección 9:
Texto clave: Lucas 4:32.
Enseña a tu clase a:
Saber y comprender la autoridad de Jesús como maestro.
Sentir atracción por las enseñanzas de Jesús.
Hacer: Permanecer en las enseñanzas de Jesús.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: La autoridad de Jesús como Maestro.
A. ¿Cuál es el significado bíblico de la autoridad? ¿En qué áreas Jesús ejerció autoridad?
B. ¿Cuál es la base de la autoridad de Jesús? ¿Qué efecto tuvo sobre sus oyentes?
C. ¿Cuánta autoridad tienen las enseñanzas de Jesús? ¿Cómo afectó esto a la gente?
D. Jesús es el maestro más grande que el mundo ha conocido. ¿Cómo justificarías una declaración así? ¿Es una afirmación de una realidad o de orgullo religioso?
II. Sentir: Atraídos por las enseñanzas de Jesús.
A. ¿Cómo desafía tu vida la autoridad de Jesús como maestro? En el Sermón del Monte, ¿qué es lo que más confronta a tu ego?
B. ¿Cuán práctico es amar a otros como a ti mismo? Si practicas la Regla de Oro (de hacer a otros lo que te gustaría que te hicieran a ti), ¿qué cambios tendrías que hacer en tu vida?
C. ¿Cuáles son algunos puntos destacados acerca de la familia que Cristo desea crear entre sus seguidores?
III. Hacer: Permanecer en las enseñanzas de Jesús.
A. La vida eterna es el don de Dios a los salvados por la gracia de Cristo. Si aceptas esto, ¿qué cambios necesitarías hacer en tu vida?
B. Identifica qué elementos Cristo desea ver en su familia nueva sobre la Tierra. ¿Cuáles elementos pueden ser parte de tu iglesia?
Resumen: Como Maestro, Jesús enseñó cómo deben vivir sus seguidores, relacionarse, adorar y testificar como ciudadanos de su Reino. La manera en que vivimos debe ensamblarse con lo que creemos. -
Texto destacado: Lucas 10:25-37.
Concepto clave para el crecimiento espiritual:
La verdadera religión, según Jesús, "no consiste en sistemas, credos, o ritos, sino en la realización de actos de amor, en hacer el mayor bien a otros, en la bondad genuina" (DTG 460).
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: El agnosticismo ignora a Dios; el ateísmo niega su existencia; el politeísmo admite innumerables dioses, permitiendo que elijas el tuyo propio; el monoteísmo afirma creer en un Dios, pero con motivos variados. Al variar los sistemas de creencias, varían las religiones. La pregunta es: ¿Cómo sabemos cuál es la religión verdadera?
DIÁLOGO INICIAL: Nuestra lección trata sobre la autoridad de Jesús. Él mostró su autoridad al proclamar el Reino de Dios, predicando el evangelio a los pobres, sanando a los enfermos, proclamando libertad, restaurando la vista a los ciegos, perdonando pecados, limpiando leprosos, asociándose con los marginados de la sociedad, y estableciendo la gran comunidad de los redimidos.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR: ¿De dónde derivó Jesús su autoridad? ¿Qué dicen los siguientes textos acerca de su autoridad? (Luc. 4:35; 5:22-26; 6:20-49; 7:49; 8:19-21, 22-25). ¿Qué enseñanzas de Jesús pueden ser puestas a un lado por inaplicables, no prácticas, o imposibles? Explica tu respuesta.
{ 2: ¡Explora! }
• Solo para los maestros: "Maestro" es el título más usado para dirigirse a Jesús. Los evangelios lo usan más de cincuenta veces, quince de las cuales aparecen en Lucas. Adondequiera que Jesús iba, enseñaba acerca de Dios y de su Reino, y cómo llegar a ser como un niño y heredar el Reino. Enseñaba de tal manera que "gran multitud del pueblo le oía de buena gana" (Mar. 12:37), y aun sus críticos reconocían que él enseñaba "rectamente" sin hacer "acepción de persona" y siempre "el camino de Dios con verdad" (Luc. 20:21). Al considerar al gran Maestro, estudiaremos tres aspectos de su ministerio: su autoridad, su ley nueva y su familia nueva.
Ciclo de aprendizaje
Comentario de la Biblia
I. Jesús el Gran Maestro: su autoridad
(Repasa, con tu clase, Luc. 4:32.)
Los profetas a menudo introducían su mensaje con la autoridad de un "Así dice Jehová". Pero Jesús usó la frase "Yo os digo" (más de 130 veces en los evangelios, incluyendo 33 veces en Lucas) para indicar que su autoridad -para enseñar, para buscar y salvar, para resucitar a los muertos, para sanar, para expulsar demonios, para proclamar el Reino de Dios, etc.- provenía de quién era. Lo que impresionaba a los que oían a Jesús era su gran autoridad y poder. Los oyentes del sábado en Capernaum "se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad" (Luc. 4:32). La palabra griega traducida "admiraban" literalmente significa "disipar soplando". Los que escuchaban o veían actuar a Jesús con autoridad eran "disipados por el viento", o "dejados sin habla". Tal era el poder de su autoridad.
De este modo, la gente que oyó el Sermón del Monte "se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los es¬cribas" (Mat. 7:28, 29). Los escribas hablaban por autoridad -citando a quienes los precedieron-, pero Jesús hablaba con autoridad. Con la autoridad como Creador (Juan 1:1-3), con la autoridad del Padre que lo envió (Juan 7:16), con la autoridad de su vida perfecta, Jesús habló y actuó de modo que aun sus enemigos tuvieron que admitir que "jamás hombre alguno ha hablado como este hombre" (Juan 7:46). No solo con palabras y acciones, sino también con la vida, Jesús habló con absoluta certeza, sin contradicciones o confusión.
Considera: La autoridad de Cristo deriva del hecho de que él mismo era la personificación de la verdad. "Él era lo que enseñaba. Sus palabras no solo eran la expresión de su propia vida, sino de su propio carácter. No solo enseñó la verdad; él era la verdad. Eso fue lo que dio poder a su enseñanza" (Ed 78, 79).
II. Jesús el Gran Maestro: Su ley nueva
(Repasa, con tu clase, Luc. 6:27-30.)
En el correr de la historia humana, dos leyes parecen gobernar a las comunidades. Primero está la ley de la selva: si una persona de una tribu mata a una de otra tribu, la tribu ofendida busca venganza, asesinando a todos los miembros de la primera tribu. La ley de la selva lleva la venganza hasta sus últimas consecuencias. Segundo, la ley de la reciprocidad. Considerada como un avance sobre la primera, esta prescribe "Ojo por ojo; diente por diente". No hay lugar para la venganza máxima, pero hay alguna satisfacción en dar un castigo. Pero ¿pueden la venganza o la reciprocidad edificar comunidades duraderas, y mantener el equilibrio social en un nivel práctico? Mahatma Gandhi una vez comentó que aun la menor de las dos recetas reactivas creaba su propio temor diabólico: "Ojo por ojo solo termina dejando ciego a todo el mundo".
En contra de estas prácticas horribles, Jesús, el gran Maestro, declaró: "Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen" (Luc. 6:27), endosando lo que él dijo por medio de Moisés: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo" (Luc. 10:27; comparar con Deut. 6:5; Lev. 19:18). Este mandato de amar es la base de la Regla de Oro que Jesús proyectó como la norma para las relaciones interpersonales: "Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos" (Luc. 6:31; comparar con Mat. 7:12).
Cuando Jesús habló del amor como su mandamiento nuevo (Juan 13:34), la novedad no se refería al amor como tal, sino al objeto del amor. La gente siempre amó; sin embargo, amaba a los que eran dignos de amar, y a los suyos. Pero Jesús introdujo un factor nuevo: "Como yo os he amado, que os améis unos a otros". Es decir, nuestro amor debe ser tan universal, sacrificado y completo como es el amor de Jesús.
Considera: Este mandato de amar a nuestro prójimo no deja lugar para modificaciones. No elegimos a quién amar; se nos llama a amar a todos. El verdadero amor al prójimo penetra el color de la piel y confronta la calidad de humano de la persona; rehúsa refugiarse bajo castas o tribus pero contribuye al enriquecimiento del alma; rescata la dignidad de una persona de los prejuicios de la deshumanización; libera el destino humano de la preocupación por el materialismo. En este contexto, ¿de qué forma esto crea la persona nueva en Jesús?
III. Jesús el gran Maestro: su familia nueva
(Repasa, con tu clase, Luc. 5:27-32; 7:1-10, 11-17; 7:36-50; 8:43-48; 14:15-24.)
Lucas, un gentil que escribe a gentiles, presenta a Jesús como el Salvador de toda la humanidad, no como un Mesías parroquial. Al presentar de este modo la universalidad de Cristo, Lucas asegura que la familia nueva en Cristo no sea ni insular ni restrictiva. Es también universal, sin ningún muro de separación, pero una en unidad, en fe, en esperanza y en amor. La familia nueva es un llamado a regresar al plan anterior a la Caída que tenía el Creador para la humanidad, en la que reinaría solo el amor. Con el amor como centro de su familia, Jesús edificó un hogar en el cual todos los que fueran a él encontrarían un lugar, sin ninguna pared de separación: el publicano (Luc. 5:27-32); el centurión romano (Luc. 7:1-10); el hijo de la viuda de Naín (vers. 11-13); los fariseos (vers. 36-50); una mujer, desechada social, con una aflicción de doce años de duración (Luc. 8:43-48); los vagabundos de los caminos y los vallados (Luc. 14:15-24); los escribas y los mendigos de sus días; y los brahmanes e intocables de hoy: todos son invitados a ser miembros de la familia nueva de Cristo.
Con la parábola del buen samaritano (Luc. 10:30-37), "Cristo demostró que nuestro prójimo no es meramente quien pertenece a la misma iglesia o fe que nosotros. No tiene que ver con distinción de raza, color o clase. [...] Nuestro prójimo es toda alma que está herida y magullada por el adversario. Nuestro prójimo es todo aquel que pertenece a Dios" (DTG 464).
Considera: Al crear su familia nueva, Jesús derribó todas las murallas que separan a la gente: sea color, tribu, nación, sexo, casta, o lenguaje. "Las castas [cualquier cosa que divida a las personas] son algo aborrecible para Dios. Él desconoce cuanto tenga ese carácter. A su vista, las almas de todos los hombres tienen igual valor.[...] Sin distinción de edad, jerarquía, nacionalidad o privilegio religioso, todos están invitados a venir a él, y vivir" (DTG 370).
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: La parábola del buen samaritano no dice cómo somos salvados. Su énfasis está en cómo debe vivir una persona salvada. Analiza con la clase cuán a menudo los personajes de la parábola -el levita, el sacerdote, el herido, el samaritano- pueden hallarse en nuestro medio.
PREGUNTA PARA REFLEXIONAR: "Muéstrame a un cristiano de verdad, y me convertiré en uno", es un dicho de muchos que admiran la grandeza de la enseñanza de Cristo, pero que la ponen a un lado "por no ser práctica". ¿Cómo responderías a ese desafío?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: "Las castas son algo aborrecible para Dios. Él desconoce cuanto tenga ese carácter. A su vista, las almas de todos los hom¬bres tienen igual valor" (DTG 370). Usa esta cita para hacer un análisis realista de cómo se hacen distinciones de castas en tu sociedad. ¿Cuáles son los efectos perjudiciales de estas distinciones? ¿Cuál es el único remedio?
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Un hombre vestido de harapos entra en tu iglesia. Busca un asiento. ¿Qué harías tú? ¿Cómo puedes crear una atmósfera en la que todos se sientan amados y deseados?
2. Una persona de un color o una casta diferente pide unirse a tu iglesia. ¿Qué harías para que se sienta bienvenida?
Lección 10:
Texto clave: Lucas 17:15.
Enseña a tu clase a:
Saber lo que significa seguir a Jesús.
Sentir y comprender la necesidad y el costo de seguir a Jesús.
Hacer: Seguir a Jesús cada día.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Qué significa seguir a Jesús.
A. ¿Qué querían los discípulos cuando le pidieron a Jesús que aumentara su fe en él? ¿Por qué la fe en él es necesaria para ser como él? ¿Cómo pasas de creer doctrinas correctas a vivir una vida de relación?
B. ¿Por qué Jesús criticó la fe y el estilo de vida de los fariseos? ¿Cómo podemos evitar el farisaísmo y seguir a Cristo en verdad?
C. ¿Cómo se relaciona la fe en Dios con el temor de Dios? ¿Qué significa temer a Dios?
II. Sentir: La necesidad de seguir a Jesús.
A. Pedro, Tomás, Judas. Todos afirmaron seguir a Jesús, pero ninguno de ellos era igual al otro. ¿Cuál era la deficiencia de cada uno, y cómo pueden vencerse esos defectos?
B. ¿Cómo afecta el farisaísmo tu fe, y tu relación con Dios y con los de¬más seres humanos? ¿Cómo podemos evitar la tentación de buscar una corrección externa sin procurar el poder transformador de Cristo?
C. ¿Cuál es la diferencia entre creer en Jesús y tener fe en él? ¿De qué modo el seguir a Jesús afecta tu vida en los tratos comerciales, en tu ética, en tu sociabilidad y en tu familia?
III. Hacer: Dar pasos para seguir a Jesús.
A. ¿Qué hace una persona para revelar su fe en Jesús? ¿Por qué?
B. Si quieres seguir a Jesús, ¿qué cambios tienes que hacer en tu vida, sea en lo espiritual, lo social, lo físico y lo mental?
Resumen: Ser cristiano significa vivir como Cristo. Seguir a Jesús y obe¬decer sus mandatos en la vida diaria no es una opción. O pertenecemos a él plenamente o no. -
Ciclo de aprendizaje
Texto destacado: Lucas 12:16-21.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: ¿Cómo ha de definirse la vida? Más aún, ¿cómo ha de vivirse? La parábola de Lucas 12:16 al 21 presenta una manera que es a menudo la elección preferida del mundo.
La granja de un hombre rico produjo una gran cosecha, y le dio el problema de qué hacer con esa abundancia, aun cuando alrededor había necesidad y pobreza. Su mente estaba tan dominada por el yo que hizo un plan. En griego, el monólogo tiene unas sesenta palabras; un quinto de ellas son "yo", "mi" y "mío". Echar abajo galpones, edificar nuevos y guardar la riqueza eran las cosas que podía hacer para aliviar el dolor de las riquezas. Los pobres no le importaban. Dios no estaba en su cuadro. "Yo" era todo lo que le interesaba. Pero, cuando se fue a la cama, diciéndose: "Come, bebe y regocíjate", el Sr. Exitoso descubrió que esa noche era la última que viviría. El Creador lo calificó de "Necio".
La vida "no consiste en la abundancia de los bienes que posee" (Luc. 12:15), sino en amar a Dios y a los humanos.
• Solo para los maestros: La parábola del rico necio da un buen punto de partida para iniciar el estudio de esta lección. Siguiendo el ejemplo de Jesús, la vida diaria debe comenzar con una reflexión propia, con oración: ¿Cómo pasaré hoy haciendo la voluntad de Jesús y siguiendo en su camino? ¿Seré como el hombre rico, entregado a mí mismo y mis logros? ¿O seré rico en amor, fe y servicio, usando todo lo que tengo con ese propósito? ¿Cómo viviré hoy a la luz de la eternidad?
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Por qué Jesús llamó necio a ese hombre rico? ¿Cuáles eran sus fallas fatales? 2. Compara a este rico con otro que se menciona en Lucas 18:18 al 23. ¿Estorban siempre las riquezas para seguir a Jesús? 3. ¿Por qué en el Padrenuestro la primera persona singular nunca aparece, sino siempre está en plural?
{ 2: ¡Explora! }
• Solo para los maestros: Seguir a Jesús cada día es un desafío. No obstante, el llamado de Jesús sigue siendo el mismo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame" (Luc. 9:23). El mandato plantea tres preguntas: ¿A qué debemos renunciar? ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo seremos testigos fructíferos?
Comentario de la Biblia
I. Seguir a Jesús: ¿A qué debemos renunciar?
(Repasa, con tu clase, Luc. 9:23; 11:37-54.)
Hay dos cosas que debemos renunciar a fin de seguir a Jesús:
A. Renunciar al yo (Luc. 9:23). Hemos de entregar el yo continuamente, no solo al comienzo del discipulado. Como afirma Pablo: "Cada día muero" (1 Cor. 15:31). Renunciar al yo significa sufrir una reorientación radical de las prio¬ridades de la vida de modo que, en adelante, el yo se someta a las prioridades de Dios, y la cruz de Jesús llega a ser la directiva ineludible.
B. Abandonar el farisaísmo (Luc. 11:37-54). Ningún aspecto de la práctica religiosa estuvo bajo la denuncia de Jesús como la del farisaísmo: una vida basada en cosas exteriores, legalismo, estilo de vida ostentoso e hipocresía, mientras se presta poca atención, o ninguna, al amor, la misericordia y la justicia.
El farisaísmo (Luc. 11:42-54) es una célula cancerosa que lentamente mata la vida del discipulado. Vistiendo un manto religioso externo, destruye el compro¬miso interno con los principios del Reino de Dios: amor, gozo, paz, obediencia y justicia. Por ello, Jesús advierte: "Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía" (Luc. 12:1). Examínate: ¿Soy yo un fariseo?
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Lee Lucas 11:37 al 41. ¿Cómo contrasta Jesús la realidad espiritual de su Reino con el formalismo religioso?
2. ¿Cuál es la implicación del argumento "exterior versus interior" para la vida de discipulado hoy?
3. ¿Cuán a menudo alegas sobre detalles no importantes de la vida de la iglesia y olvidas las grandes urgencias del ministerio cristiano?
II. Seguir a Jesús: ¿Qué debemos hacer?
(Repasa, con tu clase, Luc. 12:4-12, 22-34.)
¿Qué nos pide el Señor que hagamos en respuesta a su llamado de seguirlo?
A. Teme a Dios (Luc. 12:4-12). La Biblia usa "temor" con referencia a Dios unas trescientas veces. El uso revela que temer a Dios es un impulso positivo, en vez de negativo, y es esencial para una vida espiritual sólida. Por ejemplo, "el principio de la sabiduría es el temor de Jehová" (Sal. 111:10), y "teme a Jehová, y apártate del mal" (Prov. 3:7). Temer a Dios, por tanto, no significa vivir con terror o miedo, sino más bien conocerlo plenamente, confiar en él absolutamente y hacer su voluntad sin reservas. Temer a Dios, en este sentido, es realmente algo bueno, ya que nos libra de toda ansiedad (Luc. 12:4-6), nos da seguridad bajo Aquel que ha contado nuestros cabellos (vers. 7), y nos fortalece con la seguridad del Espíritu Santo (vers. 12).
B. Vivir sin preocuparse indebidamente (Luc. 12:22-34). La preocupación indebida es el regalo del pecado a la humanidad. Aunque dice que trabaja mucho para atender los deseos humanos, la preocupación, en realidad, conspira para quitar la confianza en Dios y mata el gozo de la vida. Así, Jesús nos ordenó que no nos preocupemos, sino que creamos que "todas las cosas son posibles para Dios" (Mar. 10:27; ver también Luc. 18:27). Jesús, además, llama nuestra atención a los lirios del campo y a las aves del cielo: no se preocupan ni están ansiosos, sino que están vestidos de gloria y belleza. Si Dios cuida del universo y sostiene todo lo que hay en él, ¿no se preocupará por nosotros, creados a su imagen y redimidos para un compañerismo eterno con él?
C. Vivir distinguiendo el tiempo (Luc. 12:54-58). Mientras los humanos, en su vida y sus diversas actividades, pueden tener en cuenta los tiempos en los cuales viven, o no, Cristo advierte a sus seguidores que es necesario que vivan con un sentido del tiempo en el contexto de la eternidad, que pronto sobrevendrá. Porque la noche del juicio viene, cuando será demasiado tarde.
Considera: Uno de los peores pecados es existir sin ningún temor de Dios (ver Rom. 3:18). Cuando John Knox fue sepultado, alguien dijo de él: "Aquí yace uno que temía tanto a Dios que nunca temió ante el rostro de ningún hombre". En realidad, ¿por qué el temor de Dios es el antídoto de cualquier otro temor?
III. Seguir a Jesús: Ser testigos fructíferos
(Repasa, con tu clase, Luc. 9:49, 50.)
Alguien dijo que cuando Jesús ascendió al cielo todas las huestes celestiales le dieron la bienvenida con gozo y alabanza. Un grupo de ángeles rodeó a Jesús, queriendo escuchar más acerca de su misión redentora. Querían saber cómo su frente, sus palmas y sus pies perfectos quedaron tan arruinados. Jesús les contó el costo de la redención: la agonía de la Cruz, la corona de espinas y las marcas de los clavos, cicatrices que llevaría para siempre, como una señal del amor de Dios hacia la humanidad pecadora.
Los ángeles se asombraron por el sorprendente amor de Dios, y uno le preguntó a Jesús:
-Has sufrido tanto, llevado una carga enorme, y obtuviste una victoria grande sobre Satanás. ¿Qué hiciste para asegurar que las futuras generaciones de la humanidad lleguen a saber acerca del gran sacrificio de Dios?
-He elegido a unos pocos hombres y mujeres -Juan, Pedro, Santiago, María, Marta, y unos pocos más-, y les dije que testificaran a otros -respondió Jesús-, y ellos a otros, y siguiendo así.
-¿Qué pasaría si los hombres y las mujeres dejaran de testificar?
-Bueno, no tengo otro plan. Dependo de ellos -dijo el Señor.
PREGUNTA PARA DIALOGAR:
¿De qué modo un testigo afronta lo que puede considerarse una competen¬cia (Luc. 9:49, 50), un rechazo (vers. 51-56) y una distracción (Luc. 10:38-42)?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: La pregunta "¿Quién será el mayor?" fue una preocupación constante entre los discípulos de entonces (Luc. 9:46-48; 22:24), y también entre nosotros hoy. Buscar lo "grande" es parte de la naturaleza hu¬mana. Estamos rodeados por la tiranía de la grandeza: queremos tener la casa más grande; mirar el partido entre los mejores equipos; procurar el puesto más elevado; trabajar para que nuestros hijos sean los mejores médicos, o abogados o genios de la computación; predicar el mejor sermón; y bautizar el mayor número de personas. En medio de tales definiciones torcidas de prioridades de grandeza, Jesús no espera que seamos los más grandes, sino que seamos como niños: confiados, inocentes y dependientes (Luc. 18:15-17).
PREGUNTA PARA REFLEXIONAR:
¿De qué manera querer ser el primero o el mayor nos pone en las manos del maligno, a la luz de la gran controversia?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: Según un antiguo relato, Satanás dirigió un congreso sobre la mejor manera de desviar la atención de los creyentes sólidos de su compromiso diario con Cristo. Un demonio sugirió que él los convencería de que Dios no existe. -Eso no funcionará -dijo Satanás-; aun los ateos se vuelven a Dios cuando están acorralados. -Yo convenceré a los hombres de que no hay infierno -dijo otro demonio. -Tampoco es una idea buena -replicó Satanás-. Mucha gente ya vive en condiciones similares al infierno. Finalmente, un demonio joven ofreció ir a convencer a todos de que hay mucho tiempo por delante, y no hay necesidad de apurarse para acercarse a Dios. -Ve, tú podrás lograr eso -respondió entusiasmado Satanás.
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:
1. El rico necio se olvidó de que su tiempo era limitado. ¿Cómo vives, consciente de que hoy puede ser el último día de tu vida?
2. Crea un calendario de siete días de trabajo, enumerando tus planes para cada día. Determina cuánto tiempo has separado para Dios.
Lección 11:
Texto clave: Lucas 13:29.
Enseña a tu clase a:
Saber que el Reino de Dios está en el centro de las enseñanzas de Jesús.
Sentir la convicción de que el Reino de Dios demanda una transformación total de la vida.
Hacer: Participar en el Reino y prepararse para él.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Jesús y el Reino de Dios.
A. ¿Qué enseñó Jesús con respecto al Reino de Dios? ¿Cómo y por qué el Reino es el mensaje central de las enseñanzas de Jesús?
B. ¿Cuál es la naturaleza del Reino de Dios? ¿Cómo se relaciona con la vida presente y la futura?
C. ¿Cómo mostró Jesús la naturaleza universal del Reino?
II. Sentir: El Reino de Dios y la transformación.
A. El Reino de Dios es más que una teoría; es un poder divino para trans¬formar la vida humana. ¿Cómo? ¿Cuál es la diferencia entre la vida an¬tigua y la nueva?
B. ¿Qué clase de compromisos hace el Reino de Dios contigo?
C. ¿Cómo te afecta la ética del Reino?
III. Hacer: El Reino de Dios invita a la preparación y la partici¬pación.
A. ¿Cómo entra una persona al Reino? ¿Cómo podemos recibir las bendiciones del Reino?
B. ¿Qué debemos hacer como miembros del Reino? ¿A qué debemos renunciar? ¿Qué debemos abrazar?
C. Siendo que el Reino de Dios es una realidad presente a la vez que una esperanza futura, ¿cómo debemos relacionarnos con ambos aspectos?
Resumen: El Reino de Dios ha venido en la persona de Cristo, quien trató con el pecado con el sacrificio de sí mismo. Y vivimos en el Reino de gracia, esperando la manifestación del Reino de gloria para concluir con el pecado y Satanás. -
Concepto clave para el crecimiento espiritual: La oración "Venga tu reino" (Mat. 6:10) debe recordarnos tres realidades:
Primera, el Reino es de Dios, no nuestro. Muy a menudo los humanos tienden a igualar el Reino con una especie de transformación social, económica y ética. Pero el uso bíblico del "reino de Dios" enfatiza la autoridad singular y soberana de Dios, y su gobierno sobre toda la creación. No hay nadie como él.
Segunda, Jesús introdujo este reino como un reino de gracia por el cual obtenemos el perdón de los pecados, la victoria sobre Satanás y la herencia de la vida eterna.
Tercera, mientras vivimos en el Reino de gracia, esperamos el Reino de gloria, donde viviremos en la misma presencia de Dios (Apoc. 11:15; 21:1-3).
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: El Reino de Dios es el núcleo vivo de las enseñanzas de Cristo. Todo lo que él era, lo que enseñó e hizo era para mostrar al mundo que, en él, el Reino de Dios había llegado, y por medio de él toda la humanidad puede encontrar salvación del pecado y restauración para con Dios. Al enseñar la lección hoy, concéntrate en la centralidad de Cristo en el Reino.
PREGUNTA PARA DIALOGAR: El Padrenuestro comienza con "Venga tu reino" y termina con "Porque tuyo es el reino" (Mat. 6:10, 13). ¿De qué modo estas dos peticiones se relacionan entre sí?
{ 2: ¡Explora! }
• Solo para los maestros: Él vino cuando Roma había establecido un imperio cruel y global. Vino cuando el pueblo hebreo estaba esperando sacudirse el yugo romano en Palestina y restaurar el trono de David. Jesús ingresó en la escena y alteró la historia con las palabras: "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado" (Mar. 1:15). El reloj profético de Dios había señalado la hora y, "cuando vino el cumplimiento del tiempo" (Gál. 4:4), Jesús entró en la his¬toria humana, con un mandato divino: "Es necesario que [...] anuncie el evangelio del reino de Dios [...] porque para esto he sido enviado" (Luc. 4:43). Jesús no tenía dudas acerca del propósito principal de su encarnación y su ministerio: para establecer el Reino de Dios y "[...] buscar y [...] salvar lo que se había perdido" (Luc. 19:10). ¿Cuál es la naturaleza de este reino? ¿Qué quiere decir que el Reino existe ahora y no todavía? ¿Cuál es la expectativa futura del Reino? Analiza estos tres aspectos del Reino de Dios.
Ciclo de aprendizaje
Texto destacado: Lucas 11:2-4.
Comentario de la Biblia
I. El Reino de Dios: su naturaleza
(Repasa, con tu clase, Luc. 11:14-20.)
¿Cuál es la naturaleza del Reino de Dios, y qué lo originará?
A. La victoria en la Gran Controversia. El Reino de Dios es una entrada divina en la historia humana en la persona de Jesús, para derrotar a Satanás en el Conflicto Cósmico de los siglos, vindicando así la soberanía de Dios. Cuando los fariseos acusaron a Jesús de echar fuera demonios por el poder de Beelzebú (Luc. 11:14-20; comparar con Mat. 12:28, 29), Jesús hizo la afirmación de que echaba demonios como señal de que "ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros" (Luc. 11:20). Jesús había ganado la batalla con Satanás en el desierto, y en su ministerio seguía liberando personas de las garras del enemigo, hasta que Satanás finalmente fue aplastado en la Cruz. El Reino de Dios ciertamente ingresó en la historia.
B. El Reino de Dios está conectado con el plan divino de salvación. El plan provee para el perdón del pecado (Luc. 5:20, 21) y para el ministerio de curación (Luc. 9:2, 11), la atención de los pobres y necesitados (Luc. 18:22) y la derrota definitiva de Satanás como la conclusión de la Gran Controversia (Luc. 10:18). El Reino de Dios está lejos de ser un mito; es una realidad presente, dinámica, centrada en Dios (Luc. 10:9-11; 16:16, 17; 17:21; Mat. 12:28; Mar. 1:14), y una esperanza escatológica de gloria (Luc. 13:28, 29; Luc. 21; 22:14-18, 29, 30; Mat. 13:42, 43; 16:27, 28; Mat. 24; 25:34; Mar. 9:1; Mar. 13). El estable¬cimiento del Reino de Dios destruye todos los poderes hostiles, los últimos de los cuales son la muerte y Satanás (1 Cor. 15:23-28).
C. La ciudadanía en el Reino de Dios no permite ninguna competencia con Jesús, quien es la puerta al Reino. Una lealtad apasionada a él y a su reino debe preferirse por sobre las obligaciones terrenales más urgentes. Por ello, Jesús ordena: busca primero el Reino de Dios (Luc. 12:31); hazlo tu predicación (Luc. 9:2); tómalo como tu oración (Luc. 11:2); vívelo como tu vida (Luc. 18:29).
Considera: Lee Lucas 4:17 al 21 e Isaías 61:1 y 2. ¿Qué quiso decir Jesús cuando proclamó que la predicción mesiánica de Isaías (Isa. 61:1, 2) se había cumplido en las predicaciones y las curaciones que comenzó en Nazaret ese día? ¿Qué quiere decir "el Reino de Dios" en Lucas 4:43, en el contexto de Lucas 4?
II. El Reino de Dios: Ya y no todavía
(Repasa, con tu clase, Luc. 17:21; 21:25-28; 22:14-18.)
¿De qué manera el Reino de Dios es tanto una realidad presente como un cumplimiento futuro?
A. El Reino ahora. Que el Reino tiene una realidad presente y al mismo tiempo un cumplimiento futuro es claro en pasajes tales como Lucas 17:21; 21:34 al 36; y Juan 14:1 al 3. Jesús es más que quien anuncia el Reino: él es el contenido, el transmisor y el confirmador del Reino. Por medio de su Persona y su ministerio, el Reino de Dios se establece para siempre. Solo por medio de él entramos en el Reino. Este reino que Cristo estableció está en nuestro medio y se describe como el Reino de gracia. La gracia de Dios ha iniciado una nueva manera de vivir, una nueva relación, en la cual la gracia de Dios triunfa sobre el pecado, la justicia de Dios produce una persona nueva, y el Espíritu de Dios establece una hermandad y un compañerismo comunes. B. El Reino futuro. El Reino presente de gracia anticipa el futuro Reino de gloria. El aspecto futuro del Reino de Dios se ilustra en el Padrenuestro: "Venga tu reino". Si el Reino estuviera solo limitado al presente, la oración perdería mucho de su fuerza y sentido, pero Jesús les dijo a los discípulos que él mismo traería el Reino cuando regresara con poder (Mar. 9:1; comparar con Mat. 16:18).
Considera: "El Reino de la gracia de Dios se está estableciendo, a medida que ahora, día tras día, los corazones que estaban llenos de pecado y rebelión se someten a la soberanía de su amor. Pero el establecimiento completo del Reino de su gloria no se producirá hasta la segunda venida de Cristo a este mundo" (DMJ 93).
III. El Reino de Dios y el futuro
(Repasa, con tu clase, Luc. 17:24; 21.)
¿Cuándo se establecerá el Reino de gloria, y cómo debemos vivir en espera de este gran evento? A. Certeza del futuro. Los evangelios enseñan que así como el Reino de gracia vino al mundo por la intervención directa de Dios en la historia humana por medio de la Encarnación, así el futuro Reino de gloria vendrá mediante un acto similar con el retorno de Jesús a la historia, no por medio de una encarna¬ción, sino por su regreso personal y glorioso. Repasa el discurso escatológico de Cristo (Luc. 21; Mat. 24, 25; Mar. 13) en respuesta a la pregunta de los discípulos: "Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?" (Mat. 24:3). La respuesta describe tanto las condiciones de la Tierra como la certeza del regreso de Jesús. La era presente continuará con su desorden social, político, moral y religioso. El conflicto entre el bien y el mal continuará en toda su intensidad, mientras el evangelio del Reino se predica en todo el mundo (Mat. 24:20, 21), y el orden mundial se confronta con el mensaje redentor y el colapso inminente de la era. B. Vivir en espera. El tiempo de la segunda venida de Cristo no se conoce, pero el evento es seguro: la venida de Cristo será "como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro" (Luc. 17:24).
Los discípulos han de usar el tiempo entre el ahora y la Segunda Venida para prepararse (Mat. 25:1-13) y proclamar (Mat. 28:19, 20), a fin de que el Reino escatológico no los tome por sorpresa.
PREGUNTA PARA DIALOGAR: "La esperanza de la venida de Cristo es una gran esperanza, una esperanza con consecuencias de gran alcance. Es la esperanza de ver al Rey en su her¬mosura, y de ser hecho semejante a él" (RJ 51). Como creyentes en la segunda venida de Cristo, ¿cómo debería afectar nuestra vida esta gran esperanza? Menciona algunos pasos prácticos.
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: Mientras Jesús iba de Jericó a Jerusalén, la especulación cundía entre la multitud, incluyendo a los discípulos, de que "el reino de Dios se manifestaría inmediatamente" (Luc. 19:11). Para corregir esta idea equivocada, Jesús contó la parábola del noble y los diez siervos. Después de leer la parábola (vers. 11-27), respondan las siguientes preguntas:
PREGUNTAS DE APLICACIÓN:
1. ¿Qué significa "recibir un reino y volver" (vers. 12)?
2. "Negociad entre tanto que vengo" (vers. 13). Jesús está diciendo que hay un intervalo entre su alejamiento y su regreso con el Reino, y en ese lapso hemos de hacer su obra. ¿Qué obra? ¿Qué minas (talento/s) has recibido? ¿Cómo te va en el negociar esos talentos para él?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: "Cristo confía 'sus bienes' a sus siervos: algo que puedan usar para él. [...] Tan ciertamente como hay un lugar preparado para nosotros en las mansiones celestiales, hay un lugar designado en la Tierra donde hemos de trabajar para Dios" (PVGM 262). Pide a los miembros de tu clase que anoten en un trozo de papel los dones espirituales que Dios les ha dado. ¿Hasta dónde han usado esos dones para la extensión del Reino de Dios sobre la Tierra? Si no lo han hecho, ¿de qué manera específica podrían usar sus dones en la obra de Dios?
Lección 12:
Texto clave: Lucas 19:41.
Enseña a tu clase a:
Saber plenamente cómo y por qué entró Jesús en Jerusalén.
Sentir el impacto espiritual del ministerio de Jesús en Jerusalén.
Hacer: Repasar lo que Jesús hizo en Jerusalén.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Jesús en Jerusalén.
A. ¿Por qué entró Jesús en Jerusalén? ¿Qué bienvenida se le dio en la ciudad? ¿Cuál es el significado profético de su entrada?
B. ¿Por qué lloró Jesús sobre Jerusalén? ¿Cuál fue la importancia de su purificación del Templo?
C. ¿Cómo distinguió Jesús entre las demandas de Dios y las del César? ¿Cuál es la diferencia entre la Pascua y la Cena del Señor?
II. Sentir: Lecciones del ministerio de Jesús en Jerusalén.
A. ¿Cómo le darías la bienvenida a Jesús a tu corazón, tu hogar, tu comunidad? ¿Qué cambios tendrías que hacer?
B. ¿Sobre qué cosas en tu vida, tu hogar o tu iglesia lloraría Jesús?
C. ¿Cómo te identificas con el significado, el propósito y las demandas de la Cena del Señor?
III. Hacer: Seguir a Jesús en Jerusalén.
A. Jesús lloró sobre la ciudad. ¿Cómo reaccionaría Jesús ante los defectos percibidos en tu familia, tu comunidad o tu iglesia?
B. Permite que Jesús limpie tu templo interior. ¿Cómo puedes invitarlo a morar allí en todo momento?
C. ¿Cómo te preparas para participar en la Cena del Señor?
Resumen: Jesús no entró en Jerusalén buscando un trono terrenal, sino para revelar la verdadera misión del Mesías: mostrar el significado del Reino de Dios, la santidad del Templo de Dios, el verdadero propósito de la Pascua, y para ser ofrecido como sacrificio por los pecados del mundo.
Ciclo de aprendizaje
Texto destacado: Lucas 19:28-40.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: La marcha de entra- da de Jesús a Jerusalén fue “en el nombre del Señor” (Luc. 19:38). Muchas marchas en la historia se realizaron en el nombre de lo falible e inestable, de celebraciones centradas en sí mismas, de la construcción de imperios o ideologías, pero solo esta marcha fue en el nombre del Señor. Su coreografía fue preparada en los portales del cielo antes de ponerse los fundamentos de la Tierra (Efe. 1:4) a fin de introducir la paz y la salvación.
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: Jesús dijo una vez: “Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su cabeza” (Luc. 9:58). La humildad y la pobreza fueron la suerte del Creador de este mundo durante su ministerio terrenal. Nació en un pesebre prestado. Entró en Jerusalén en un burrito prestado. Estableció la Cena del Señor en un aposento alto prestado. De estas cosas, ¿qué puedes aprender acerca de la pobreza y la humildad?
PREGUNTA PARA DIALOGAR: Pide a un miembro de la clase que lea Filipenses 2:6 al 11, que describe la humildad y la exaltación de Cristo. ¿Qué nos muestra este sendero de humildad acerca de la naturaleza del Reino de Cristo?
{ 2: ¡Explora! }
• Solo para los maestros: Aunque Jesús siguió enseñando y sanando por las ciudades y las aldeas de Judea, Samaria y Galilea, su foco último era llegar a Jerusalén (Luc. 9:51; 13:22). Desde el tiempo de David, Jerusalén era el centro real y religioso del pueblo hebreo (Sal. 2:6). Grandes profetas como Isaías, Miqueas y Jeremías caminaron por las calles de la ciudad, transmitiendo las promesas de Dios y sus juicios. El profeta Zacarías predijo que Jerusalén, entonces en ruinas por la cautividad babilónica, presenciaría la llegada triunfante del Mesías: “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna” (Zac. 9:9). Unos quinientos años más tarde, Jesús entró en la ciudad exactamente como lo había predicho el profeta. Entre los grandes eventos de la semana en Jerusalén antes del Getsemaní, dos llaman nuestra atención especial esta semana: 1) el Rey y la ciudad, y 2) el Señor y su mesa.
Comentario de la Biblia
I. El Rey y la ciudad
(Repasa, con tu clase, Luc. 18:28- 43.)
A Jesús le gustaba ministrar en las ciudades. Su ministerio urbano alcan- zaba a ricos y a pobres, a los enfermos y a los quebrantados de corazón, a los dirigentes y a los oprimidos. Los evangelios vinculan su vida y su ministerio con muchas ciudades. Nació en Belén (Luc. 2:4). Realizó su primer milagro en Caná (Juan 2:1). Aplicó la profecía mesiánica de Isaías a sí mismo en Nazaret (Luc. 4:16-21). En Capernaum llamó a sus primeros discípulos y realizó muchos milagros (Luc. 4:31-39; 5:1-11). Betania era el hogar de sus amigos, María, Marta y Lázaro (Juan 11:1). En Cesarea de Filipo, Pedro confesó la divinidad de Jesús (Luc. 9:18-20). En las afueras de Naín resucitó al hijo de la viuda (Luc. 7:11-16). En la histórica Jericó sanó a un ciego y discipuló a Zaqueo (Luc. 18:35-43; 19:1-10). Pero fue Jerusalén el foco del Mesías (Luc. 9:51; 13:22). David estableció la ciudad como el centro político, cultural y religioso de su reino (2 Samuel 5, 6).
Desde la edificación del Templo, realizada por Salomón, Jerusalén llegó a ser importante a través de los siglos como la “ciudad de nuestro Dios” y “el gozo de toda la tierra” (Sal. 48:1, 2). Hacia esa ciudad, Jesús “afirmó su rostro” (Luc. 9:51) para cumplir su misión de poner su vida como un sacrificio expiatorio por los pecados del mundo.
En el cumplimiento de esa misión, Jesús, el Príncipe de Paz, eligió un pollino y cabalgó hacia Jerusalén acompañado por una entusiasta multitud que gritaba: “¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor!” (Luc. 19:38). En medio de toda esta alabanza, al ver la ciudad “lloró sobre ella” (vers. 41).
“Era la visión de Jerusalén la que traspasaba el corazón de Jesús: Jerusalén, que había rechazado al Hijo de Dios y desdeñado su amor, que rehusaba ser convencida por sus poderosos milagros y que estaba por quitarle la vida. Él vio lo que era ella bajo la culpabilidad de haber rechazado a su Redentor, y lo que habría podido ser si hubiese aceptado a Aquel que era el único que podía curar su herida. Había venido a salvarla; ¿cómo podía abandonarla? (DTG 529).
La ciudad del gran Rey está por llegar a ser el lugar de la ejecución de él.
PREGUNTA PARA DIALOGAR: El relato de Lucas de la entrada triunfal (Luc. 19:28-44) contiene algunas joyas descriptivas profundas, tales como: “El Señor lo necesita” (vers. 34); “a su paso tendían sus mantos por el camino” (vers. 36); “las piedras clamarían” (vers. 40). Analiza estas afirmaciones. ¿Qué relevancia tienen?
II. La mesa del Señor
(Repasa, con tu clase, Luc. 22:14-23.)
En Jerusalén, Jesús estableció la Cena del Señor. Entre las muchas lecciones que enseña la Cena del Señor, una es de suprema importancia: la visión de una familia reconciliada, el propósito máximo de la Cruz. En medio del debate abierto y las ambiciones egoístas en cuanto a quién sería el mayor (Luc. 22:2427), en medio de la negación y la traición inminentes (vers. 47, 48, 54- 62), en medio de los discípulos que no estaban preparados para la Cruz (vers. 49), Jesús estableció la mesa del compañerismo. Compartir una comida pascual es en sí misma una conmemoración poderosa de la liberación de Dios, y un símbolo de compañerismo, familia y unidad. El Maestro tomó este símbolo y le dio una fuerza espiritual al hacer que representara la misión reconciliadora por la cual cargó la Cruz.
Una relación reconciliada y un compañerismo unido son las demostraciones más visibles del poder del evangelio. La iglesia primitiva comprendió claramente esto cuando celebraban el pan y la copa en sus reuniones de compañerismo. Los judíos y los gentiles, los libres y los esclavos, los hombres y las mujeres, se unían en un Espíritu, adoraban al Señor a su mesa. Y allí descubrían la familia de Dios.
“Siendo uno solo el pan”, escribió Pablo a los Corintios, “nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo, pues todos participamos de aquel mismo pan” (1 Cor. 10:17). La participación en el pan y en la copa no asegura el milagro de la unidad. Pero, si lo que el pan y la copa simbolizan –la muerte de Jesús por nuestros pecados- llega a ser una preocupación apasionada en pensamiento y en hechos, en la vida y las relaciones, en el trabajo y en la adoración, entonces la unidad de la comunión será realmente una realidad. Pues, por medio de la Cruz, “la pared intermedia de separación” (Efe. 2:14) se vino abajo, y ya no somos más “extranjeros y advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” (vers. 19; ver también los vers. 14-22). Esa es la unidad que celebramos cuando venimos a la mesa del Señor.
Considera: Por medio de la Cruz se derribó la “pared intermedia de separación”, y ya no somos más “extranjeros y advenedizos, sino conciudadanos con los santos, y miembros de la familia de Dios”.
¿Qué significa celebrar esta unidad cuando vamos a la mesa del Señor?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: Lo primero que hizo Jesús cuando entró en Jerusalén fue entrar “en el templo” y “echar fuera a todos los que vendían y compraban en él, diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (Luc. 19:45, 46). La justa indignación de Cristo se levantó como “fuego purificador” (Mal. 3:2) contra el fraude financiero, la comercialización de los sacrificios, la explotación de los peregrinos pobres, y el descuido general de la santidad del Templo. Jesús echó a esos mercaderes de impiedad y limpió el Templo. Solo él estaba calificado para llamar al Templo “Mi casa… de oración”. 147
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR: Ahora, como entonces, el templo de Dios afronta el peligro de ser transformado en un lugar de hipocresía. ¿Cómo podemos asegurar la santidad del templo al que servimos? ¿Cómo podemos mantener la responsabilidad moral en la vida individual y colectiva de la comunidad de Dios?
PREGUNTAS DE APLICACIÓN: Considera la escena en el templo y la iglesia contemporánea. ¿Cómo ponemos en venta nuestra fe y fidelidad? ¿Cómo se usa la religión para ganancia, prestigio o posición? Pregúntate: ¿Es mi vida una cueva de ladrones o una casa de oración? ¿Por qué?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: David y Juan habían sido miembros de la misma iglesia durante varios años. Habían sido buenos amigos, y sus familias a menudo se habían reunido para los almuerzos el sábado o un picnic en algún feriado. Sus hijos iban a la misma escuela, y habían crecido también como buenos amigos. Pero un día, por un incidente trivial, David y Juan discutieron, y esto llegó a ser un malentendido serio. Gradualmente, esas reuniones familiares se detuvie ron, sus hijos ya no jugaban juntos y las madres dejaron de llamarse por teléfono. Las dos familias siguieron sus caminos en forma separada. Pero entonces llegó la celebración de la Cena del Señor y, con ella, un problema. ¿Qué debían hacer?
1. ¿No ir a la iglesia ese sábado?
2. ¿Ir a otra iglesia? David decidió hacer lo último, pero al final de la hora de la Escuela Sabática, mientras se estaba preparando para ir a otra iglesia, se encontró con Juan y su familia que entraban para la hora del culto de adoración. ¿Qué debían hacer David o Juan, o algún miembro de sus familias?
Explica cómo el concepto de la Cena del Señor puede enseñarnos a resolver ese conflicto.
Lección 13:
Texto destacado: Lucas 24:7.
Enseña a tu clase a:
Saber reconocer los sufrimientos y la victoria de Jesús.
Sentir una transformación por la agonía y el dolor del Getsemaní y la Cruz, y la victoria de la tumba vacía.
Hacer: Identificarse con el Jesús crucificado y resucitado.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Los sufrimientos y la victoria de Jesús.
A. ¿Cuál es la copa que Jesús quería que se le quitara?
B. ¿De qué modo la cruz, un instrumento de vergüenza, llegó a ser un símbolo de salvación?
C. ¿Por qué la resurrección corporal de Jesús era necesaria?
II. Sentir: La agonía y la victoria de Jesús.
A. ¿Cómo reaccionas ante el Getsemaní, la indiferencia de los discípulos que dormían, la agonía de Jesús?
B. Imagínate al pie de la Cruz. ¿Cómo podría eso haber afectado tu actitud hacia el pecado?
C. ¿Cómo te sientes, sabiendo que la victoria de Jesús sobre la muerte, es tu victoria? ¿Qué responsabilidad pone sobre ti ese sentimiento?
III. Hacer: Identificarte con el Jesús crucificado y resucitado.
A. ¿Qué harías/darías a cambio del gran sacrificio de Jesús por tus peca¬dos? ¿Cómo expresarías tu gratitud por el amor manifestado en la Cruz?
B. ¿Cómo puedes tomar tu cruz y seguir a Jesús? ¿Qué cambios involu¬craría ese paso en tu vida?
C. ¿Cómo has experimentado el poder del perdón y el gozo que da el Jesús resucitado? Comparte esa experiencia con alguien.
Resumen: La verdad más sublime es que Jesús, santo y sin pecado, vino a este mundo, sufrió y murió por nuestros pecados, y se levantó al tercer día victorioso sobre Satanás, el pecado y la muerte. Y la siguiente verdad sublime es que él ofrece esta victoria sobre el pecado y un lugar en su Reino a todos los que lo aceptan por fe. Ciclo de aprendizaje Textos destacados: Lucas 22:39-46; 23:26-56; 24:1-12.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: Lucas presenta su Evangelio como un informe ordenado (Luc. 1:3), a fin de que el lector pueda conocer "la verdad de las cosas" (vers. 4) que ocurrieron en la vida de Jesús. El Evangelio concluye con este mensaje dado por el Resucitado mismo: "Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día, y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones [...]. Y vosotros sois testigos de estas cosas" (Luc. 24:46-48). Ser esa clase de testigos nunca ha sido fácil. Cuando llegamos a la Cruz y a la Resurrección, hay una tendencia a ser "insensatos" y "tardos de corazón para creer" todo lo que las Escrituras dijeron (vers. 25).
{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros: En esas circunstancias, ¿cómo encontramos firmeza en nuestra fe y en nuestra esperanza? Ningún razonamiento, lógica y argumentos nos ayudarán a comprender el misterio del amor y la gracia de Dios, revelados en el sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesús. Guía a tu clase a lograr esa bendita fe.
PARA REFLEXIONAR: Oscar Cullmann, un teólogo del Nuevo Testa¬mento, dice: "La esperanza de la resurrección presupone la fe en la creación. Por cuanto Dios es también el Creador del cuerpo, por lo tanto, en la Biblia, 're¬surrección' [...] debe ser la resurrección del cuerpo".-Christand Time, p. 234.
PREGUNTA PARA DIALOGAR: ¿De qué modo la fe en la Creación y la fe en la Resurrección se refuerzan mutuamente?
{ 2: ¡Explora! }
• Solo para los maestros: Consideremos tres escenas finales de la vida de Cristo, y meditemos en el elevado precio que Dios pagó por nuestra salvación: Getsemaní, la Cruz y la Resurrección.
Comentario de la Biblia
I. Getsemaní: La copa y la voluntad
(Repasa, con tu clase, Luc. 22:42.)
Cristo sufrió mucho en el Getsemaní para redimirnos en el Calvario.
A. "Padre, si es tu voluntad" (Luc. 22:42). Cristo vio en el Getsemaní la bisagra de la historia de la Redención: beber la copa y subir a la Cruz o rehusar la copa y volver a las cortes celestiales. Nada podía impedirle volver al Padre, porque él no había pecado; pero si lo hubiese hecho ¿qué habría ocurrido con el pacto jurado por la Deidad, antes de la fundación del mundo, para redimir al pecador y aplastar al enemigo en la gran controversia entre Dios y Satanás (Efe. 1:3-7)? Jesús pesó las consecuencias y rehusó poner sus propios intereses por sobre las prioridades del Padre. La sumisión a la voluntad de Dios es el secreto de la victoria de Cristo y también de la nuestra.
B. La copa. Los tres evangelios sinópticos mencionan que Jesús oró, con gran agonía, para que esta copa fuera quitada de él, y Lucas añadió el detalle de que su sudor caía al suelo "como grandes gotas de sangre" (Luc. 22:44). ¿Fue amarga esta copa? No era la muerte física que sus enemigos estaban complotando en ese momento; o la angustia mental de ser traicionado, negado y rechazado. No, la copa amarga era el temor agonizante de llevar los pecados del mundo; y dar su vida como rescate en la Cruz podría producir una separa¬ción permanente del Padre. Como el Hijo y el Padre son uno en esencia, en pensamiento y en acción, Jesús no podía soportar el pensamiento de la copa amarga de separarse del Padre en la Cruz.
Considera: La copa era amarga, insoportable y agónica. "Pase de mí esta copa" (Mat. 26:39) fue la oración de Jesús. Es una oración legítima. Pero el concepto bíblico de oración no es que sea solo legítima y razonable, sino que sea de sumisión. Porque, más allá de las expectativas y los acontecimientos de la vida, está la voluntad soberana de Dios. Cada oración es respondida con un Sí, un No, o un Espera. Donde la voluntad de Dios es reconocida como su-prema, "todas las cosas les ayudan a bien" (Rom. 8:28). Esta es la lección del Getsemaní. ¿Cuál es el secreto, entonces, de la victoria en Cristo?
II. La Cruz: Victoria y vida nueva
(Repasa, con tu clase, Luc. 9:23; 2 Cor. 517-19.)
La Cruz significa victoria y una nueva manera de vivir para los seguidores de Cristo.
A. La Cruz: el momento de victoria. La Cruz fue el medio elegido por Dios para ganar una victoria decisiva en la gran controversia entre Cristo y Satanás. De esa victoria dependía la esperanza de los pecadores de llegar a ser hijos de Dios. Esta Cruz estaba en el centro de la predicación de Pablo: "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación" (2 Cor. 5:19). Es cierto, Jesús, en la Cruz, agonizó temiendo que la separación del Padre sería eterna, pero el Hijo había decidido quebrar las cadenas del pecado y aplastar el mal para siempre. Bebió la copa del Pacto Eterno y clamó: "Consu¬mado es" (Juan 19:30). La tarea que él había venido a cumplir estaba hecha. La redención del pecado estaba lograda. La reconciliación de la raza humana estaba completada. El mal estaba vencido.
B. La Cruz: el camino de una vida nueva. La vida cristiana no comienza con el nacimiento. Comienza con una muerte. Hasta que el yo muera y esté crucificado, no hay ningún comienzo. Debe haber una eliminación del yo radi¬cal, deliberada y total. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Cor. 5:17). Algo sucede a una persona cuando permite que Jesús tome el control de su vida. Simón el vacilante llega a ser Pedro el valiente. Saulo el perseguidor llega a ser Pablo el mártir. Tomás el que duda llega a ser el misionero de frontera. La cobardía da lugar al coraje. La incredulidad muere, y la fe llega a vivir. Los celos son tragados por el amor. El interés propio se desvanece para ser una preocupación beneficiosa. El yo queda crucificado. Por eso, Jesús insistía: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame" (Luc. 9:23). En el discipulado cristiano, llevar la cruz no es opcional. O tomamos la cruz o no lo hacemos.
Considera: Los evangelios no nos dicen mucho acerca de lo que Jesús logró en la Cruz (pero considera Juan 12:31, 32). Pero el resto del Nuevo Testamento toca el tema con profundidad. Lee y analiza los textos siguientes: Rom. 3:23¬26; 5:8-10; 8:32; 1 Cor. 5:7; 15:3; Gál. 1:3, 4; 2:20; Efe. 1:7; 5:2; Heb. 9:2-26.
III. La resurrección: El Resucitado y los testigos
(Repasa, con tu clase, Luc. 24:5-8; 24:13-35.)
A. Él ha resucitado. Llenas de preguntas por tres días, las mujeres fueron las primeras en llegar a la tumba. Fueron recibidas por dos ángeles con un mensaje eterno: ¡No está aquí, sino que ha resucitado! (Luc. 24:6), y una pre¬gunta importante: "¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive?" (Luc. 24:5, NVI). La humanidad busca el significado de la vida, y respuestas a sus preguntas llenas de perplejidad. Pero la respuesta no se puede encontrar si se busca en el pensamiento y las acciones humanos. Los ángeles en la tumba vacía les orde¬naron a las mujeres que miraran más allá y captaran esas palabras eternas: "Yo soy la resurrección y la vida" (Juan 11:25). Sin el Jesús resucitado, una tumba sigue siendo una casa sellada por la desesperanza y la muerte.
B. Testigos de estas cosas. La Cruz había destrozado sus sueños. Chas¬queados, dos discípulos volvían a Emaús, a unos 11 km (7 millas) al noroeste de Jerusalén. De repente, sin reconocerlo, Jesús se unió a ellos y les dio consuelo en medio de la desesperanza. Lee el relato en Lucas 24:13 al 35, y analiza las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo sabemos y creemos la realidad del Jesús viviente?
2. ¿Cuál es la relación entre la Resurrección y la renovación de la esperanza?
3. "Comenzando desde Moisés", Jesús "les declaraba en todas las Escritu¬ras lo que de él decían" (Luc. 24:27). Comenzando con Génesis, ¿qué pasajes recuerdas con respecto a la misión sacrificial de Cristo?
{ 3: ¡Aplica! }
• Solo para los maestros: Cuando el Jesús resucitado apareció en medio de los discípulos, ellos quedaron "espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu" (Luc. 24:37). ¿Cuál es el remedio para los espantados y atemorizados?
PREGUNTAS PARA DIALOGAR: Lean Lucas 24:36 al 49, y luego concéntrense en las preguntas siguientes:
1. Jesús a menudo usó la expresión "Paz a vosotros". Pero ahora ¿por qué estas palabras asustaron a los discípulos?
2. Jesús dio cuatro señales -visuales, auditivas, táctiles, y relacionadas con la comida- para asegurar a los discípulos que en su condición posterior a la resurrección era una persona real. ¿Por qué la fe en una resurrección corporal es importante?
3. Jesús les dijo a los discípulos: "Así está escrito, y así fue necesario" (Luc. 24:46). ¿De qué forma la revelación y la necesidad se encontraron en el plan de salvación?
{ 4: ¡Crea! }
• Solo para los maestros: Entre Getsemaní y la Resurrección, en el camino hubo traición, negación y conspiración. La agenda de traición de Satanás incluyó a Judas y a Pedro. "Entró Satanás en Judas" (Luc. 22:3), y dio el beso de traición, y más tarde se ahorcó. Satanás pidió a Pedro, pero Jesús le aseguró a Pedro: "Yo he rogado por ti" (vers. 31, 32). ¿Cuál fue la diferencia entre ambos?
PREGUNTAS DE APLICACIÓN:
1. ¿Cuál fue la causa de que Judas cayera del lado de Satanás en forma permanente?
2. ¿Cuál fue la causa de que Pedro repasara las palabras de Jesús (vers. 34), se arrepintiera y "llorara amargamente" (vers. 62)?
¡DIOS TE BENDIGA!
[IASD LA MOLINA]
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